Marco

Atracciones

-Mia- dijo alguien muy bajito acariciandome la cara

-5 minutos más- me di la vuelta

-Mia, tengo hambre- siguió la voz bajita

Cuando me giré, vi lo más hermoso que había visto en mucho tiempo, estabas despeinado, con tu pijama de leones y tus zapatillas de garras de león.

-Buenos días grandullón- dije revoloteando tu pelo

-Tengo hambre- dijiste sentandote delante del sofá

-¿Qué quieres para desayunar?- Me senté en el sofá y se sentó a mi lado

-No sé pero tengo mucha hambre- seguias diciendo

- Pues yo... te voy a comer a ti- te empecé a hacer cosquillas y tu te reías.

Cuanto más te reías más ganas de hacerte cosquillas me entraban. Era maravilloso que te rieras, me llenabas de vida.

Cuando paré de hacerte cosquillas, me quedé fija en la puerta, tu padre nos veía con una sonrisa enorme.

-Buenos días chicos- dijo Javier

-Buenos días- nos reimos

Se hizo un minuto de silencio pero pronto las tripas de Marco comenzaron a rugir.

-¿Quieres que te haga un colacao?- le pregunté

-Si, por favor- contestó Javier

-Yo también quiero- dijo Marco.

Mientras preparaba los colacaos se me ocurrió que podríamos hacer algo divertido.

-¿Qué os parece si vamos al parque de atracciones?- cuando me di la vuelta estabas mirándome con una sonrisa tan grande que parecia que ibas a explotar de alegría

-Está bien- dijo Javier

De repente empezaste a corretear por todo el salón

-Biiien- decías mientras corrías

Nos preparamos y nos fuimos al parque.

Estaban tan eufórico que parecía que no habías estado enfermo.

Nos montamos en todos las atracciones que querías.

Hasta que decidí montarme en la montaña rusa,era muy alta y siempre me habían dado miedo las alturas pero tu padre me retó

En lo más alto, con toda la adrenalina corriendo por las venas, miré hacia abajo y os vi, a los dos, os vi sonriendo y en ese instante supe que eso era lo que había querido toda mi vida, formar una familia.