13 - El amor no muere...

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Ya habían pasado un par de días desde el incidente en la universidad Roosevelt, Harry le había brindado fondos al profesor Otto para construir nuevamente su campo magnético de rayos betas, por fin estaba finalizado, y es que al tener ya el conocimiento de cómo se hacía aquello no fue difícil volver a hacerlo, pero había algo que le hacía falta, el tritio, debía ir hacia Oscorp para tomarlo, por fortuna tenía el acceso libre, según Harry le había dicho.

Junto a sus brazos mecánicos terminó de colocar la última pieza de aquella gran estructura, y sonrió con satisfacción, de una pequeña mesa que ahí estaba tomó unos lentes y se los colocó al igual que tomó una gran chaqueta café que llegaba hasta sus tobillos, en ella escondería ahora a sus nuevos amigos, no debían verlos, además de eso debía pasar desapercibido, pues la policía lo andaba buscando.
Con cautela salió de la edificación donde se encontraba camino a la ciudad, como cualquier civil, sin levantar sospechas.

Fueron largos minutos de caminata, pero por fin había llegado al centro de la ciudad, miraba a todos los que transitaban las calles con desconfianza y atención, no quería que algún policía se le acercara. Pero para su mala suerte una patrulla estaba aparcada justo frente a él, cuando uno de los policías lo miro frunció en ceño y sacó un papel y se lo mostró a su compañero, era una foto suya. Ambos policías salieron del auto y caminaban hacia él, dió media vuelta y desvío su camino pero fue tarde, los policías lo habían alcanzando y ahora estaban apuntandole con sus armas.

Policía: Otto Octavius, no de un pasó más. — le ordenó.

Otto: — los miró de reojo y sonrió con maldad — ¿Por qué lo haría oficial?

Si querian jugar, él les brindaría el juego más divertido que tendrían, de su chaqueta salieron los cuatro brazos mecánicos, cada uno tenía una luz rojiza en el centro, se posicionaron en el suelo y provocaron que él se levantara mientras daba devuelta la media vuelta ahora quedando frente a ellos.

Otto: Temanme, por qué no podrán detenerme. — y río. Los brazos mecánicos tomaban cualquier objeto que tuvieran a su alcance, tapas de tuberías, algunos metales y los lanzaban a los civiles, provocando que tuvieron golpes, también los arrojaba a los policías.

Más patrullas se habían acercado, los policías habían pedido apoyo, lo rodearon y siguieron apuntando.

Policía: ¡Bajé esas armas ahora mismo, o usaremos fuego!

Pero a Otto pareció importante poco, por eso, dos de sus brazos mecánicos se extendieron y tomaron un auto con total facilidad y lo arrojaron hacia donde estaba el policía que le había amenazado, pero en ese preciso momento, el chico de mayas azules y rojas hizo su aparición mientras se columpiaba por los aires, en un ágil movimiento atrapó el auto que estaba apunto de caer encima del oficial, luego de eso lo colocó en un costado sin lastimar a nadie.

Peter: Vaya, eso sí que estuvo cerca. — dijo con un tono cansado, hacer aquella maniobra tan rápida le restó energías.

Otto: Pero miren quien ha llegado, la araña arruina planes. — río nuevamente — ¿Crees poder detenerme?

Peter  volteó y lo miro fijamente, era el profesor Otto, ¿Qué le había pasado?, ¿por qué actúa ahora de esa manera?, sabía perfectamente que él no era así, sin embargo atentaba contra la vida de los ciudadanos, y debía detenerlo sin importar qué.

Peter: No creo, estoy seguro de que lo haré. — le dijo con un temple seguro.

El profesor frunció el ceño, frustrado y con la ayuda de sus brazos mecánicos tomó varios autos que ahí estaban y se los arrojó a Peter sin detenerse, Peter con los lanzadores arrojaba telaraña a estos para lograr desviarlos y que ninguno impactara con él, se dirigía hacia el profesor, para darle un golpe a puño cerrado en su cara, y así lo hizo, lo golpeó repetidas veces, pero Otto quería quitárselo de encima así que forcejeaba.

Reborn from Spidergwen|ᴛ.ᴀ.s 3[Completa]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora