30 días de OTP Hatcest (+18)

Día 5: masturbación al pasivo

Muy bien, seré breve. Me desubiqué de manera importante, por qué? pues por el largo del capítulo xD ni más ni menos.

En fin, espero que lo disfruten tanto como yo lo hice escribiéndolo x3

Me llevó mas tiempo de lo esperado pero por todo el amor y el cariño que le puse, incluyendo mi toque de imaginación x3

Así que sin mucho mas que decir, disfrútenlo <3

White Hat deambulaba por los pasillos de la inmensa mansión con forma de sombrero negro, buscando la oficina de su hermano. Habían quedado que él iría a observar los planos que su subordinado compró. La organización de héroes lucrando con armas hechas y vendidas para Villanos, a ese paso su reputación caería en picada.

No le importó demasiado al pensar en lo segundo...El cariño que le tenía a su hermano. Básicamente él ya estaba en el ojo de muchísimos héroes, solamente que nadie se atrevía a atacar ¿Quién querría morir de una forma horripilantemente agonizante, a manos de un Eldritch enfurecido? Teóricamente nadie...o eso pensaba el de blanco.

Llego a su destino, ingresando sin más. La habitación estaba a oscuras, las pesadas cortinas de terciopelo rojo, colgaban impidiendo el ingreso de luz natural al recinto. Algunos libros reposaban sobre el escritorio, pertenecientes a la biblioteca que el contrario poseía a un costado. Ésta se encontraba repleta de antiguos textos, muchos conocidos por ambas criaturas. Clásicos de la literatura, obras de teatro, autores más nuevos y otros simplemente viejos. Algunos lomos no poseían escritura alguna, siendo su identificación algún sello o símbolo, dando a comprender que podían albergar la magia más antigua y poderosa que podía llegar a existir para los seres humanos, Artes oscuras que fueron naciendo con la llegada de criaturas viles y poderosas.

El de blanco distinguió un libro en particular ya al haber ingresado a aquel lugar, uno con el cual ellos se encargaban de sellar todos los horrores que pudiesen provenir del eterno y misterioso universo de donde eran oriundos.

Sólo había lugar para dos entes en aquel preciso momento de la historia de aquel pedazo de roca que ahora llamaban hogar, y esos eran los hermanos Hat.

Centró su mirada en el escritorio y vio que su hermano no estaba allí. Recordó que éste se encontraba en el laboratorio de su subordinado hablando con sus clientes recién llegados. Vio el papeleo descansando sobre la madera roja y comenzó a revolver. Dio con algunos recibos, cuentas bancarias, contratos, negocios...Regreso atrás en lo que había revisado, dando con los encargos. Se sorprendió al poder leer su contenido. Muchos de ellos apuntaban de forma amenazante la compañía de héroes que el allí presente intentaba manejar, y con "intentar" se refería a no desatar la Tercera Guerra Mundial entre Héroes y Villanos, dejando en medio a la vulnerable civilización.

Por lo menos su hermano se encargaba de mantener la única ley que habían impuesto juntos el día que llegaron a la Tierra, prohibir atacarse entre ellos, ya que aquellos encargos eran por muchísimo dinero, pero para su suerte, todos eran rechazados.

Regresando a lo que debía hacer y por lo que estaba en esa habitación, tomó los planos y observó minuciosamente las armas. Torció el gesto al ver las mortales consecuencias que tenían al final. Algunos rayos, maquinaria pesada y unos pocos de bolsillo de fácil manipulación. Podía notarse a leguas de distancia que aquellas armas eran construidas por una brillante mente perversa, tal como lo eran la del Doctor Flug y la de su jefe. Si, en ocasiones, Black Hat tenía ideas para algún artefacto, derivándosela a su subordinado quien se encargaba de hacerlo realidad y generalmente, mejorarlas, logrando en Black una satisfacción inconmensurable. La única variación que encontró, era si la muerte ocurría de forma lenta y agonizante, o en el mejor de los casos, rogarle por una muerte rápida a tu enemigo.