30 días de OTP Hatcest (+18)

Día 3: Durmiendo

Creo que me estoy adelantando a ciertos detalles de mi historia que mencionaré aquí, como los poderes de White o algunas cositas del pasado. Son menciones pero que quede en claro que todo esta cubierto...en mi cabeza xD

Bueno aquí les traigo el tercer día ya que tengo mucho sin actualizar este libro (y eso que tengo casi todos los días ya pensados :v)

Si alguien desea consultarme algo, puede hacerlo. Espero haber escrito y descripto bien el capítulo, no me fue sencillo.

Bueno sin mas preámbulo, aquí les dejo el capítulo

Disfrútenlo~

Podía vislumbrarse la infinita nada a su alrededor. El albino no tenía idea de donde estaba, pero se sentía agradable, estaba relajado y podía dejar que su cuerpo flotara. No recordaba demasiado ni donde había estado en las últimas horas, pero le restó importancia. Un golpeteo fuerte lo trajo a la realidad, despertando sobresaltado. Se había quedado dormido.

-por un demonio White Hat, ya levántate- Aquel era su hermano. El de blanco se estiró algo adormilado aún mientras que escuchaba las quejas del mayor.

-ya voy...-aseguró mientras abría la puerta de su habitación. -donde está el incendio? - le preguntó frotándose el ojo izquierdo puesto que el reloj de noche marcaba las 6 de la mañana.

-necesito que vengas a supervisar unos trabajos...- le explicó el de negro. Ante aquello, White parpadeo confundido. ¿Él, supervisar? Allí se dio cuenta de que se encontraba en la mansión del villano, había abandonado su casa dispuesto a pasar unos días junto al gruñón, luego de que Slug le mandara por unas máquinas y armas. Ahora el mayor quería que los revisara ¿por qué tenía que hacer su trabajo?

-son unos planos que Slug me pidió. Así que pasan por tus ojos. No puedo dárselos sin que pasen por tu firma...-torció el gesto algo molesto, concluyendo la explicación.

-de acuerdo. Solo déjame cambiarme e iré a tu oficina...- dicho esto el menor se retiró dejando al otro resoplando en el pasillo.

Algo le ocurría a White puesto que jamás se había sentido tan cansado. Los demonios no dormían en sí, entraban en un estado de vigilia que les permitía descansar un poco sus cuerpos, pero él...estaba destrozado, con una pesadez impropia y un sueño terrible.

Tomó sus prendas y se vistió. Acto seguido se dirigió al encuentro con su hermano, así que salió al pasillo.

Todo estaba en un terrible silencio, casi parecía que nadie se había levantado aún. Se dirigió escaleras arriba ya que la oficina estaba en lo alto de la mansión. Caminaba tranquilo, sentía que cada cuadro que cruzaba, clavaba su mirada en él...Típico de Black Hat, observar a todo mundo que esté bajo su techo, a cada hora del día...También pudo vislumbrar objetos antiguos adornando los corredores, vasijas, pequeñas estatuillas, pero lo que más ganaba en cantidad, eran las pinturas de su hermano.

Luego de subir la última escalera, llego a las puertas de acceso del punto de encuentro. Sin siquiera tocarlas, estas se abrieron y el de blanco ingresó. Todo era silencio, lo único que se escuchaba fueron los chirridos de la madera y las bisagras cuando, a sus espaldas, la puerta se cerró.

Su hermano se encontraba mirando por la ventana el atroz amanecer, uno que anunciaba un nuevo día de caos y destrucción en Hatsville. Claro que, para White, aquello no era lo mismo. Él, como héroe local, debía mantener el orden, pero en presencia de su hermano, en su ciudad, no podía hacer nada. Era parte del trato que ambos demonios mantenían...