Capítulo 4: Amaterasu.

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- ¿Que desea mi rey? - preguntó - Me gustaría levantarle un poco el ánimo.


- Gracias, pero no quiero nada, solo quiero estar solo.


- Mi rey, no debe darle lugar a la tristeza, hay un reino que necesita verlo de pie y entero - insistió.


- Dije que quería estar solo Masashi.


- Como usted lo desee mi rey, si necesita algo puede mandar a un guardia a pedírmelo.


- Gracias por tu predisposición, ahora retírate - ordenó.


- Si, mi rey - dijo acatando la orden.



Hoy se cumple otro año más de esas tragedias, han pasado 17 años de esa maldita guerra, 17 años desde que perdí a mi hermano mayor Ichiro y a la mujer que amo, Sakura, solo tengo el consuelo de saber que mis padres antes de morir restablecieron la paz en su tierra, por su pueblo y para que algún día mi sucesor no tenga que sufrir las consecuencias de una guerra como la de la "Era de Fujimoto", pero aún estoy solo, siento como un invierno arrasando en mi desnuda piel, duele tanto sentirse así.



- Con permiso su realeza.


- Adelante Rin.


- El pueblo espera a que se asome al balcón para el "Gran Pésame" - comunicó.


- Es cierto - golpea su frente - olvidé la tradición de este día maldito.


- ¿Espero en la puerta su majestad?


- Oh, sí.



Había olvidado la tradición del "Gran Pésame", todos los años en esta fecha el reino se reúne afuera del balcón principal del castillo, Campesinos, Guerreros, Hadas, Magos, algunos Trolls, algunas Brujas, incluso algunos Hechiceros y Oráculos forman parte de la multitud en ocasiones, todo esto con el fin de expresarme su pésame y admiración porque a pesar de haberlo perdido todo seguía de pie por mi gente, es un evento a voluntad por eso me sorprende que se acerquen tantos, tenia que levantarme una vez más por mi pueblo, no podía dejarlos con la palabra en la boca.



- Gracias por permitirme escoltarlo mi rey.


- No hay por qué Rin - dije sonriendo - eres mi Hada Real y mi amiga.


- Sus palabras son tan cálidas - dijo felizmente - dignas de un corazón de oro como el suyo.


- Gracias por tus palabras Rin.



Al asomarme al balcón había una multitud muy grande, con todas las razas que había dicho, acompañados de frases como "Su reino está con usted rey Jiro", "Lo adoramos señor Jiro", "Usted es nuestra familia señor Jiro", me hacían sonreír y a la vez me llenaba ver así a mi reino, me hacían sentir que no estaba tan solo.



- Reino de Amaterasu, [Silencio] como saben, hoy es un día muy triste para mi - decía como un discurso - pero agradezco de corazón que se tomen unos minutos de su tiempo para dedicarme palabras de aliento, quizá ya no tenga a mi lado a la familia real, pero ustedes, el pueblo de Amaterasu, son como mi familia, gracias por venir.



La multitud enloqueció, ese momento fue tan gratificante. Al volver solo pensaba en que si tan solo pudiera encontrar el amor de nuevo, alguien para poder compartir, con quien pueda crear una nueva vida, un niño que sea un gran rey, quizá no estaría tan triste, ha pasado mucho tiempo de lo de Sakura, quizá ya sea hora de darme otra oportunidad de amar, quizá ya sea hora de soltar.



- Señor Jiro, estuvo excelente allí afuera - dijo sonriendo.


- Gracias Masashi - contesto fríamente.

Lust Effect (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora