Te quiero y no porque tengas buen cuerpo, porque nunca me fije en eso desde el primer día en que te vi.
Te quiero y no por ser inteligente sino por las estupideces que decimos cuando estoy en frente de ti y tú de mí.
Te quiero porque a pesar de tus esfuerzos en el intento de alejarme ya había decidido que serias mía, que serias la razón de sonrisas estúpidas con tan solo recordarte, porque quería que sea contigo con quien imagine una vida.
Te quiero porque tus defectos supieron enamorarme, porque a pesar de ser los peores y encontrarse todos juntos se volvieron en mis favoritos solo porque están en ti, porque te hacen ser tú y y sabes como explotar al máximo cada uno de ellos.
Te quiero porque tus besos se volvieron un vicio, me hiciste adicto a todo de ti, al aroma de tu piel, al de tu cabello, al de tus manos, a cada una de tus miradas, me volví adicto a cada expresión de tu rostro, a cada gesto, a cada lunar expuesto, a cada una de tus palabras, me volví adicto, que empecé a verte en cualquier parte sin siquiera estar ahí.
Te quiero porque estar contigo es sentir amor, odio, deseo, pasión, ternura, lujuria, aprecio, admiración, tristeza, decepción, alegría, vergüenza, todo eso, y más de uno al mismo tiempo, dejandome satisfecho al final del día porque sobre todas esas emociones, en primer lugar me hiciste sentir vivo.
Te quiero, en serio te quiero y muchas gracias por haberme elegido.
