La Noche era cálida, el verano había llegado a la ciudad de Paris y por consecuencia los festivales de moda en torno a la temporada también.
Gabriel había sido bastante permisivo con Adrien en esa oportunidad, quizás demasiado al dejarle llevar a una amiga a aquel desfile. —. Nos enorgullece tenerle aquí, Kagami. — El hombre permanecía a un lado de la chica, con sus ojos atentos en su hijo, quien en esos instantes hacía presencia en la pasarela. —. Adrien es muy afortunado de tener como amiga a una jovencita tan refinada como usted.
La chica sonrío con amplitud a los alagos del mayor, volteándose a observarlo con la felicidad de obtener la aprobación de Gabriel Agreste, más el hombre siguió con la vista puesta en su hijo, vigilándolo como una águila y el mal presentimiento embargó a la joven.
— Gracias, señor Agreste. — Acudió a decir, tragando pesado apenas logró sentir el aura que envolvía al mayor.
— Sin embargo... — El tono de voz de Agreste de un segundo a otro pasó de tener un ámbito cordial y amable a uno severo y sumamente amenazador. —. Es preciso que sepa que Adrien no tiene permitido tener novia, ni mucho menos alguien que lo distraiga de sus deberes.
La asiática lo observó de reojo, acomodando su cabello en un intento por distraerse al controlar sus nervios. — Lo tengo claro. — soltó, incrédula de Gabriel hubiera podido leer sus intenciones tan bien. —. Si me disculpa. — Mencionó minutos después, levantándose de su lugar en dirección al aseo, pero al estar a unos cuantos pasos de este, se desvió sin que nadie se percatara, adentrándose hacia detrás del escenario.
Lo divisó a unos cuantos metros de ella, dejando su sombrero a un lado y mirándose en un espejo, mismo en donde ambos ojos se encontraron. — Kagami... — Murmuró, volteándose y manteniendo la complicidad en su murmullo sonriente. — No deberías estar aquí. — Dijo, acercándose a ella con cautela de que nadie notara a la extraña en el lugar.
Ella no respondió, no había tiempo para algo así.
Jaló a su contrario desde las mangas de la chaqueta y agradeció que sus tacones hicieran el alto suficiente para alcanzar su objetivo, aquellos labios que hasta entonces solo habían permanecido en sus sueños.
Adrien se paralizó, la sorpresa lo invadió y al mismo tiempo un enorme dulzor.
Más pronto que tarde se dejó vencer por el hambre, por las ansias de dejar en Kagami el mismo sabor que ella dejó en él y supo su objetivo logrado apenas sintió la sonrisa de la chica contra él.
— ¡Adrien! — La severa voz de Nathalie rompió la burbuja tan rápido que apenas pudo procesar lo que acaba de ocurrir. —. ¡¿Qué significa esto?! ¿Tu padre lo sabe?
Balbuceos, nada más que insensatos balbuceos salieron de entre los labios del rubio y la culpabilidad invadió la mente de Kagami.
— Señorita Tsurugi, vuelva a su lugar en este instante. — Declaró Nathalie. Kagami asintió, soltando la mano del rubio con pesar y viendo a lo lejos como su contrario se alejaba junto a la mujer.
El resto del espectáculo no se atrevió a mover un solo músculo, manteniéndose firme, sin dejar caer ni una sola lagrima de las tantas contra las que luchaba.
El camino de regreso se fundió en silencio, el auto mantenía un ambiente lúgubre que solo era opacado por el calor de la mano de Adrien sobre la suya, un gesto que nadie vio a excepción de ambos.
Gabriel permanecía sereno, por lo que asumió que Adrien había convencido a Nathalie de no pronunciar nada al respecto.
Y sin embargo su tacto y la intensa mirada que dejaba caer sobre ella le confirmaba que aquel sería el primero de tantos secretos.
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LO INTENTÉ AHHH Y QUEDÓ FEO IGUAL 😩 lo siento, no soy muy fan del Adrigami, pero si lo intenté 💖 Shipp sugerido por : QueenPimSalvatore👺
