Ya tenía 20 años desde que me fui con mi maestro para que me enseñará aquel arte tan intenso.Tuve nada más y nada menos que 3 años de duro entrenamiento, haciendo encargos de asesinato para aprender. Un día me pasó algo que yo no me lo esperaba: mi maestro me traicionó. Os voy a contar todo.
Hoy mi maestro y yo nos íbamos a ir a un trabajo muy importante y peligroso que nos habían encargado. Cuando lo teníamos todo listo para irnos, mi maestro me dijo:
-(Maestro)- Muchacho, este trabajo va a ser el más peligroso y importante que vas hacer en tu vida estás preparado.
-(Yo)- Sí, maestro, estoy listo.
-(Maestro)- Vámonos entonces.
