Oscura y gélida noche
que como una reina despeja la luz
en su caminar cuando sus alas sombrean
los parajes,
dormita en los sueños de los amantes
que persiguen en la penumbra un recuerdo
furtivo.
La noche entrañable evoca
el hálito de las almas errantes
precipitando en la carne
la nostalgia y la ausencia.
¡Oh temible diosa de ébano!
Mar Verlhuzio