Dolor

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Que un hijo de una familia de cambiaformas se manifestara como alfa ante su manada era un verdadero orgullo para cualquier familia, ser alfa les garantizaba respecto, estatus, honor y un futuro próspero para cualquier jovencito al entrar a la "pre-adolescencia", y ese era el caso de la familia Lee, uno de sus hijos menores, Hangyul ,se alzaba convertido en un joven alfa de pelaje amarronado, aullando y gruñendo fuerte a la edad de 13 años. Los demás miembros de la manada aplaudían y se convertían para acompañar a la familia en su gran hazaña

-te felicito Hangbin, tu hijo será un gran alfa. Quizás algún día pelee lado a lado con Seungyoun- le sonrió el líder de la manada, otorgándole una especie de talismán como regalo. El lobo nombrado apareció entre las sombras con un dejo de tristeza en su mirada mientras el nuevo alfa aclamado recuperaba su forma humana

-¿no vas a felicitarme?- bromeó el castaño, golpeando amistosamente el hombro del pelinegro, le sonrió con desgano y apretó una de sus mejillas

-felicidades Gyul, mírate, eres todo un alfa... hasta se te inflaron los pectorales- comenzó a hacerle cosquillas mientras el menor se retorcía

-basta, no quiero usar mi voz de mando contigo, ¡ay muero por usarla! Provócame una vez más- lo sacudió un poco mientras saltaba emocionado en su lugar

-no servirá conmigo, ¿olvidas que soy un alfa también?- levantó una ceja mientras retomaban la compostura, eran los mejores amigos pero mientras estuvieran en un acto oficial debían comportarse

-en 2 años entrarás en tu primer celo y podrás elegir al omega que desees, elije bien hermanito- un joven beta se recargó en su hermano mientras la familia se reunía en un círculo para alabar al nuevo alfa

-no los necesito, seré fuerte y veloz, ¿quién necesita un estúpido omega?- gruñó mientras su hermano menor, de apenas 7 años se hacía cada vez más pequeño. Porque aún era demasiado pronto para que la naturaleza hablara, Dongpyo llevaba en sus venas sangre omega

Los años pasaron y los amigos alfas se hicieron inseparables, el estatus de heredero de la manada que tenía Seungyoun no le impedía hacer travesuras de las más peligrosas con ese castaño descocado de los Lee, estudiaban juntos, comían juntos, entrenaban juntos, cazaban juntos y hasta pasaron varios de sus celos juntos. Eran los mejores amigos

Una noche, cubiertos de lodo hasta las orejas, se acostaron sobre el suelo a observar las estrellas en un gran acantilado al límite de la propiedad de su manada -¿crees en eso de las almas gemelas? Dongpyo está hartándome con eso, no habla de otra cosa –

Seungyoun que mantenía sus ojos cerrados los abrió de golpe. Sabía de sobremanera que Hangyul no era un mal chico, pero era un alfa testarudo y terco, además de un carácter explosivo

-sí, ¿a ti no te gustaría encontrar la tuya?- volteó colocando su cuerpo de costado para mirar al menor que no tardó en copiar su acción. Se quedaron un largo rato mirándose hasta que Seungyoun sonrió y trató de levantarse, siendo devuelto al suelo cuando Hangyul se colocó sobre él

-no sé qué estoy haciendo, pero mi lobo... él me pide que...- pero no tuvo que seguir explicando más cuando el largo brazo del mayor lo atrajo hacia abajo para besarlo, con tanto temor al principio, recordando luego que estaban en la frontera y nadie podía verlos

Y los problemas comenzaron allí, se besaron con una pasión y fuera desmedida, ambos eran alfas, fuertes y con estatus, sin embargo su naturaleza les gritaba que no se separaran, y por esa noche no lo hicieron. Las ropas comenzaron a ser sacadas por el menor, sus rápidas manos apresaron ambos miembros para tomarlos en calientes caricias y los primeros gemidos comenzaron a salir, ambos bloquearon sus lazos para que sus padres no sospecharan la barbaridad que estaban haciendo

Colmillos y Garras - Almas Gemelas (Seungyul - x1)Where stories live. Discover now