Especial Halloween Parte 1

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Era una noche oscura y tormentosa, las gotas caían rápidamente llegando a asustar a algunas personas. Había una neblina que no dejaba ver correctamente lo que había delante tuyo, prender una luz era inútil, se disipaba junto a la niebla, la cual albergaba una oscuridad mayor que el vantablack. Los pájaros gritaban aterrorizados

-Ve al grano mejor- dijo un niño disfrazado de dinosaurio rojo

Jess colocó sus manos detrás de su espalda y siguió contando mientras ignoraba al chico.

-Hacía frío en esa oscura noche, pero derepente, el frío se hizo mayor, y mayor, y cada vez el viento era más fuerte, el frío era mayor- mientras decía eso, movía su mano izquierda detrás de su espalda para poder recrear el viento y el frío incluso llegando a nevar un poco.

Unos chicos se asustaron, no parecía normal, y era tanta coincidencia. Pero Santiago se levantó y dijo

-No se asusten, es obvio que Jess esta haciendo su magia y quiere hacer esto para asustarnos-

El niño disfrazado de glaceon se rió y prefirió no decir nada, mientras una sonrisa macabra aparecía en su rostro, parecía que estaba planeando algo malévolo.

-De repente, entre las sombras, unos grandes golems de nieve y hielo aparecieron de entre la niebla. Su mirada estaba llena de odio y en sus grandes colmillos se veía la sangre y carne de otros humanos-

En ese momento, Simón, que estaba disfrazado de yeti se tiró en medio de todos y se puso a gruñir como un oso, se veía muy tierno, pero apareció muy repentinamente, por lo que algunos chicos se asustaron e incluso gritaron, pero al cabo de unos segundos todos se comenzaron a reir

-Dijimos de miedo- señaló Erick -No de risa-

Jess, aun con una sonrisa un tanto extraña, se dirigió a todos y se sacó la capucha para poder mostrar su pelo blanco hueso el cual se estaba iluminando

-Son las ocho de la noche, gran cuervo sombrío, traeme a este lugar, a los monstruos que los haran gritar-

Al momento de decir eso, el pelo y las manos del mago se comenzaron a iluminar de un color blanco y azul para después aparecer, alrededor de todos, unos monstruos iguales a los descritos por el chico. Todos empezaron a gritar aterrados, no sabían por que Jess había hecho esto.

-Ustedes me pidieron una historia de miedo, yo les daré una experiencia que no olvidaran en su vida- dijo el adolescente mientras las criaturas se empezaban a acercar a ellos para después detenerse justo antes de tocarlos.

-Son las ocho de la noche- dijo -cuando sean las doce los monstruos van a derretirse, tienen que sobrevivir cuatro horas-

Todos los demás estaban aterrorizados, sus rostros unicamente mostraban miedo. No sabían que iba a ser de ellos, pero sabían que no querían morir, por lo que aceptaron y se levantaron. El único que no aceptó fue Santiago, quien permanecía sentado y no se veía ni asustado ni emocionado.

-Es obvio que esto es falso- exclamó -Si una de esas cosas me come no me pasaría nada-

Jess, al oír eso, dio la orden de matar a Santiago. El al principio no ejerció resistencia, hasta que con sus grandes y heladas manos tomaron al chico y no lo dejaron mover, en ese momento se asustó y empezó a llorar aterrado.

-Y eso pasaría cuando a alguno de ustedes lo atraparan- dijo Jess antes de que un Yeti se lo tragara de un único bocado.

Los gritos y lamentos del adolescente se detuvieron en pocos segundos después de ser comido, no sin antes exclamar un grito que se oyó muy fuerte y que al parecer terminó con la vida del muchacho.

Jess, luego de decir si es que había alguna pregunta y que nadie contestara, comenzó el desafío.

Crónicas del CryokinéticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora