Halloween | yoonmin

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Decir que Jimin no estaba nervioso sería un gran mentira, su cuerpo temblaba y su olfato se mantenía con atención oliendo todo el lugar, agudizando su audición para poder escuchar bien todo a su alrededor. Sus padres ya se habían ido después de haberlos dejado en aquella gigante casa, probablemente ellos irían a una fiesta para duetos en algún pub y hacer cosas que realmente él no quería saber ni pensar en ello. Taehyung a su lado iba más emocionado, saltando de vez en cuando mientras lo agarraba de la mano para no perderlo, se había ilusionado un poco con encontrar por fin a su Omega destinado o eso quería creer, al menos olvidaría a su hermano esa noche.

El menor ya había obtenido varías miradas pasadas de tono al bajar del auto, provocando que su amigo soltara un gruñido a esos idiotas pervertidos que lo hacían sentir incómodo. Agarró la mano del Alfa con timidez y nervios, acercándose a su cuerpo sintiéndose algo cohibido, arrepintiéndose de haber aceptado ponerse ese traje, además de venir a la gigantesca casa de Min. Estaba a punto de decirle al mayor que se fueran, o que lo fuera dejar a su casa y él podía volver, pero fue bruscamente callado al sentirlo apoyarse sobre sí, tomando sus hombros de manera posesiva una vez entraron al lugar. Podríamos decir que nuestro protagonista se llevó la mayoría de las miradas encima, haciendo así que se ocultara detrás de Kim, quien rápidamente les dedicó una mirada asesina a todos y se lo llevó hacia la cocina, esperando obtener algún vaso con jugo para el menor.

—Toma, bebe un poco —le tendió algo en un vaso—. Está limpio, ya lo revisé y lo serví yo mismo. No te preocupes.

—Gracias, TaeTae.

—Llamaré a Kook, aunque dudo que me conteste con tanto ruido —avisó su amigo sacando su móvil, y tal como había dicho, no recibió respuesta—. ¿Dónde estará ese Alfa idiota?

—Detrás tuyo, Alfa sin cerebro.

Escuchó un gruñido por parte del menor entre los 4, provocando que su piel se erizara y un escalofrío recorriera su espalda. Jungkook podría ser apenas un crío de 15 años, pero al igual que Taehyung, eran alfas con fuerte rango gracias a sus grandes manadas. Los Kim y Jeon eran de un nivel más alto, ocupaban el segundo y tercer puesto de la pirámide en los Alfa. En cambio, la pirámide de los Omega era de alguna forma, al revés o del mismo rango, a veces subías de puesto gracias a tu pareja o familiar, pero ahí quedabas.

—Kook, tanto tiempo. ¿Dónde te habías metido?

—Lejos de ti, por supuesto —rió sacando el pequeño cuerpo que se escondía detrás suyo—. Hobi hyung, ya conoces a los chicos. ¿Por qué te has vuelto tímido de repente?

Y era cierto, el castaño no había querido salir de su espalda. La mayoría ya sabía que había sido marcado por Jungkook, y era vergonzoso, recibir todas las miradas al verlos juntos, algunas llenas de odio, envidia... habían chicos o chicas que lo felicitaban haciéndolo agradecer tímido, con una sonrisa leve queriendo desparecer. No había nada más que opinar que un Omega de 17 años se dejó marcar por un Alfa 2 años menor.

Le daba vergüenza mostrar su marca, aunque su pareja insistía en demostrarla a los demás, con orgullo y presencia, quería que todos notaran que ahora su bebé era de su propiedad.

Hoseok, en cambio que su novio, era más pequeño y delgado, tenía un fuerte carácter y su personalidad bromista siempre estaba presente en las fiestas. Jungkook, era más alto que él y sus hombros eran anchos, increíblemente posesivo con su destinado, bueno para las bromas pero sabía cuándo sacar sus colmillos y pelear por lo justo. Había una gran diferencia físicamente, de personalidades, gustos... pero combinan muy bien, a veces el Alfa se dejaba mimar por su mayor, volviéndose un bebé de repente exigiendo cariño. Pero lo que más llamaba la atención, era la diferencia de altura pues se supone que teniendo 17 años debía ser más alto, pero no había crecido nada y Kook no paraba de hacérselo saber.