BuckyAntes...
Me despertaron los rayos del Sol. Sentía aún el camión moverse lentamente. Me sentí desorientado al principio y por unos segundos no recordé nada. La sola idea de pensar que estaba a mi lado me dejó paralizado por una fracción de segundo.
Pensaba en lo seca que se sentía mi garganta y lo mucho que ardía mis ojos después de haber llorado hasta caer rendido por el sueño. Agradecía que no hubiera tanta gente en el camión y que me encontraba lo más atrás posible de él. Tenía puesta la capucha de mi sudadera y todo venia de golpe a mi nuevamente.
El paisaje era tan cambiante, durante todo el camino dormitaba, me sentía en una especie de limbo, el horizonte era el límite. Pasábamos por pequeños condados, campos de trigo, sumergido por completo por la montaña.
Había varias paradas y el camión se vaciaba y llenaba en cada nuevo destino. Pero yo tenía el más largo de todos, alejado por completo lo más que pudiera de esa antigua vida. Empezaba a verse la costa para dar paso después al mar.
El camión hizo una pequeña parada en una pequeña ciudad llamada Southport. Estaría solo quince minutos, aproveché para estirar las piernas y conseguir algo de café, mi cuerpo parecía no querer retener ningún alimento de momento.
Llegamos a una tienda a pie de la carretera cerca de los muelles del lugar. Algo tenía este sitio que me atraía, no sé si era que se encontraba lo suficientemente lejos o que nadie sabía quién era, un breve destello de mi reflejo en uno de los vidrios del escaparate me hizo darme cuenta del aspecto que tenía, no reconocía esa cabellera rubia en la imagen, no era del todo yo pero al mismo tiempo, era alguien nuevo, por fin podía verme en el espejo sin el abismo de un nuevo golpe. No podía creer que había olvidado lo que era estar una semana sin al menos haber recibido una bofetada.
Deje que pasara la gente que iba en el autobús antes de pasar y comprar un café y tal vez algunas galletas o algo, aún quedaba mucho para llegar a La Ciudad de Atlanta. El hombre de la tienda me atendió, dar cada dólar incluso por café me hacía recordar que el dinero no sería eterno.
Vi que la gente volvía al bus y tenía que marcharme. Pero algo me atraía de este lugar, algo me hacía querer quedarme. Me quede observando una boya en medio Del Mar, a la deriva pero aferrada a un propósito y eso removió algo dentro de mi.
Escuche el sonido del motor del camión y cuando gire la cabeza vi que se marchaba lentamente. Con nada más que la pequeña mochila casi vacía en mano me quede en los muelles contemplando los barcos pesqueros y las gaviotas que se encontraban cerca.
Parecía está acaso la decisión correcta? No sabría decirlo, no estaba seguro de nada, pero pueda que esto no sea del todo malo. El resto del día lo pasé caminando por el lugar, preguntándome si en este remoto pueblo pueda encontrarme. Tal vez este pueda ser mi santuario.
Tenía dinero, pase por algunos moteles que no parecieran ser tan caros. Pero de algún modo termine en una playa con un muelle que se adentraba en el mar contemplando el amanecer, no quería que fuera así pero de alguna manera esta noche sentía que aquí dormiría.
Alejado de todo, simplemente con la fría brisa de la marea Del Mar me senté en la arena y vi como el sol se marchaba por completo. A la mañana siguiente ya estaba seguro que recorrí la mayor parte del lugar, pague una habitación en un motel por una semana y me adentré en el pueblo en búsqueda de alguna opción, no sabía que podría hacer pero al menos tendría que buscar alguna clase de trabajo o algo por el estilo.
Pareciera que la vida se ponía a mi favor, Dios, el destino o quien fuera me puso frente a este pequeño lugar en el que me adentré a probar suerte. No tenía nada que perder y por algo tenía que empezar.
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Refugio
FanfictionCuando James aparece en la pequeña localidad de Southport, su misteriosa llegada provoca muchas preguntas sobre su pasado. James atrae la atención en cuanto lo miras pero es demasiado obstinado para mantener una relación demasiado personal hasta que...