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Steve

Tengo que preparar algo. Probablemente podríamos tomarnos un día entero y pasar el día en la playa. Por ahora no puedo permitir pagar una niñera y aunque pudiera realmente me gusta más tenerlos cerca de mi y poder vigilarlos.

Me pregunto si hago lo correcto y no me concentro demasiado en el trabajo. Las cuentas tienen que ser pagadas y si no abro un día la tienda se que me las veré apretadas con el dinero.

Había estado dando vueltas en la cama, no faltaba mucho para que mi despertador sonara pero realmente sabía que no podría dormir tranquilo nuevamente. Era mejor empezar el día y aprovechando el tiempo extra que desperté, salí de la cama y me preparé para salir a correr un poco antes de que los niños despertaran.

No era lo usual y me recriminaba dejarlos solos, si algo ocurría, si yo no estaba... me limitaba a hacer ejercicio en casa, pero esta mañana necesitaba esa energía extra que me proporcionaba el salir del lugar.

Empecé tranquilo tratando de agarrar ritmo y una vez que mi cuerpo agarró fuerza empecé a correr con más entrega, adoraba el sentimiento de sentir la tensión en mis piernas, ese ardor en mis pulmones al haber recorrido ya varios kilómetros después de un buen tiempo haciendo ejercicio.

Era una manera que mi cuerpo me pedía para quitar toda tensión qué hay en mi en días como estos. Me detuve en el cruce de regreso a casa cuando noté una persona corriendo a lo lejos. Al principio pensé que era el, pero al ver que su pelo no era igual de hermoso...

Corte ese pensamiento. Tenía demasiado en estos momentos por lo que preocuparme que algo tan banal como pensar en alguien no hacía que me detuviera en medio del camino. No sabía por qué, pero algo despertaba en mi, pensar en James hacía que sonriera como bobo. No hizo falta mucho para conocer su nombre. Unas simples preguntas bastaron, después de todo alguien como el ciertamente llama la atención en un pueblo como Southport.

Regrese a casa y lo primero que hice fue subir a ver a los niños. Ambos se encontraban aún dormidos, después de todo a pesar de haber salido a correr, aún era temprano una vez que termine de revisar que todo estuviera bien en el cuarto de Lexie, me duché y baje a preparar el desayuno.

Decidí que hoy sería buena idea tener de todo, sorprenderlos sin una razón en específico. Dios sabe cuánto tuve que arruinar antes de ser capaz si quiera de preparar unos pancakes decentes. Hasta ahora no ha habido reto más grande que es el ser padre de dos niños. Pero no cambiaria mi vida por nada, los adoro, son mi todo. No se donde estaría sin ellos en estos momentos.

Escuche algo de movimiento y supuse que era hora de empezar el día. Justo cuando terminaba de colocar la mesa con toda la comida en ella vi como Josh y Lexie bajaban la escalera.

Lexie como todas las mañanas rebosante de energía corrió a saludarme. La levante para darle un beso en la mejilla. Por el contrario, Josh seguía al pie de la escalera mirando con atención todo lo que había sobre la mesa.

-Que celebramos?

-Nada en especial.

-Hay demasiada comida.

-Solo un poco. Me levante temprano y quise preparar un poco de lo que más les gusta. Quería que empezáramos bien la semana, juntos como familia.

-Te amo papi.

-Si gracias Pa.

-Bueno, empecemos!! Hoy será un muy buen día.

Y realmente lo fue. La mañana fue de lo más rutinaria, los clientes locales, los turistas. Un poco de todo. El cielo era azul y una mañana perfecta de verano, y como signo de que era un muy buen día, vi caminar a lo lejos a la persona que ocupaba mi mente últimamente.

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