Inicio

6 0 0
                                    

Era tanto una virtud como una maldición para él levantarse antes de que sonara la alarma. Incluso sin tener que arreglar una, cuando los primeros rayos de sol daban contra la ventana de habitación, su mecanismo le decía que era hora de empezar el día, sin importar donde se encontrara.

Tomó su teléfono esperando poder abrir alguna red social o poder comunicarse con sus amigos por alguna aplicación pero todo indicaba que sin Internet no iba a poder hacerlo a menos de que fuese vía mensaje común. Intentó restarle importancia ya que su prioridad ahora era mejorarse lo antes posible para no retrasar a nadie con su percance, pero su mente no había parado un segundo desde que volvió a ser consciente de su alrededor y necesitaba saber que estaba pasando en Corea y con Astro.

Salió en silencio de su habitación y caminó despacio hasta el living donde vio la computadora de su variable cerrada. Su necesidad pudo más que él y observando ligeramente a los costados, se dirigió a ella abriéndole con cuidado para no alertar a su encargada de lo que estaba haciendo. En el instante que la pantalla se iluminó, pudo divisar que necesitaba no solo una contraseña para acceder a ella.

-Solo funciona con mi dedo- Dijo Emma saliendo de la cocina con dos tazas de café y algo de comida -Y puedo asegurarte que no importa cuántas veces pases tu dedo, no va a dejarte entrar-

-Lo siento- Musito Dongmin avergonzado por tal acto.

-Como dije antes, no eres el primero. He tenido más pacientes que cualquier otra variable y ya me conozco sus trucos. No lo tomes como amenaza. Tómalo como un ahorrador de tiempo- Dejó la taza destinada a Dongmin delante de él y dejó tostadas con diferentes mermeladas para que unte.

Su paciente se sentó en frente de ella en silencio y analizo toda la escena con desconfianza para pasar al interrogatorio.

-¿Cuántos pacientes has tenido?-

-Contigo, 8-

-¿Cuantos años tienes?-

-24-

-¿Cómo es que eres una experta en tan poco tiempo?-

-Es algo que todavía la gente de FADE está intentando averiguar. Me hacen ir todas las semanas para dar un reporte de lo que hago e intentan incorporar en las instrucciones de los demás pero no han dado con la clave todavía-

-¿Desde cuando trabajas para ellos?-

-Desde que termine la secundaria, en el 2013-

-¿Has fallado alguna vez?-

-Nunca, aunque tampoco es una opción. El paciente que llega a FADE si no funciona con una variable lo mandan con otra y así hasta que le podamos dar de alta. Lo malo es que no siempre acuden a nosotros a tiempo y no siempre podemos ayudar-

Dongmin revolvía su cerebro buscando más preguntas pero la claridad con la que ella contestaba hacia que su confianza apagara su defensiva y no pudiera acordarse de todas las dudas que tenía antes de venir.

-Tengo archivos y comprobantes de que no soy una farsa. Puedes seguir preguntando también- Dijo esbozando una sonrisa entretenida por el ya común interrogatorio del día posterior a la llegada.

-¿Que tan mal estoy?- Preguntó en un hilo de voz, aterrado por la respuesta.

-He visto peores. No siempre el problema es lo que te dice tu descripción. El problema viene cuando uno vuelve, porque puede volver a caer en el mismo círculo vicioso de antes-

-Pero hasta donde viste y sabiendo todo lo que sabes ¿Que tan mal estoy?-

Emma subió sus piernas a la silla y las abrazo mientras miraba su taza en la mesa.

FADEWhere stories live. Discover now