No sabía en qué ocupar su tiempo mientras esperaba a que su variable saliera de su habitación para pedirle la disculpa que se merecía. El no tener un horario o responsabilidades que cumplir lo volvía nervioso. Era sentirse incompetente e inútil por no poder usar su potencial en algo.
Recorrió la cocina, el comedor, fue hasta el balcón y dio vueltas en su habitación. Parecía que su encargada estaba dándose la ducha más larga de su vida pero no había pasado más de media hora. Al escuchar la puerta del dormitorio contiguo abrirse, salió disparado para el living.
-Lo siento- Dijo sin intentar algo más.
-Ha pasado antes. Y no estás en la situación más justa, lo comprendo-
Estaba por preguntarle si eso significaba que lo disculpaba pero no lo dejó hablar.
-Deberíamos salir a pasear ¿Quieres bañarte primero?-
Dongmin asintió y se ducho, alisto y perfumo en menos de 20 minutos.
Empezaron a caminar hacia el centro de la ciudad lentamente. Había momentos en que Dongmin se apuraba sin saber la dirección que tenia que tomar, provocando que su variable lo tome del borde de la remera y lo empuje para atrás.
-¿Que te gusta tomar? ¿Cuál es tu bebida favorita?-
-Algo de Starbucks siempre viene bien-
-¿Tienes alguna preferencia?-
-Mientras sea café, estoy bien-
-¿Tiene que ser de Starbucks? ¿Has probado algún otro lugar?-
Dongmin intento pensar alguna bebida que le haya gustado o haya quedado en su memoria ese último tiempo y no lo consiguió. Terminó por negar con la cabeza.
-¿Te molesta si elijo el lugar?-
Dongmin volvió a negar y su variable empezó a guiar el camino.
Llegaron a una cafetería que se encontraba en medio del centro de la cuidad pero al mismo tiempo medio escondido de las peatonales. Se encontraba casi vacía y se escuchaba la música de fondo más que las conversaciones. Emma le explico el menú después de sentarse en una mesa que daba a la parte de afuera y después de pedir sus órdenes, le alcanzó un auricular para que se ponga en un oído.
-Es mi lugar favorito. Me gusta venir para relajarme y poner música que me aparte del mundo- Dijo mientras reproducía una canción que desde el primer segundo tranquilizaba la mente de Dongmin. Estuvieron en silencio hasta incluso unos minutos después de que llegó su pedido, Emma tuvo que pedirle que comiera despacio porque no pensaba irse hasta dentro de una hora más.
-De verdad lo siento por lo de esta mañana-
-Estoy acostumbrada-
-¿Y eso no te afecta?-
-No voy a negar que hay verdades en tu descargo. Pero necesitabas dejarlo salir-
-No hacía falta herirte-
-Hay veces que la gente necesita explotar. Si eso te ayuda, es parte de mi trabajo-
-No me ayudo. De verdad todavia no siento que necesite estar aquí-
-Nadie lo siente al principio. Se sienten en falta más que merecedores de un descanso. Lo vas a ver más adelante-
-¿Te sient...?-
-¿En serio no tienes ningún lugar o bebida que te guste? ¿Que quieras cuando necesites un mimo?-
-No me acuerdo en este momento, pero seguro tengo uno. Aún así, este café que me pediste es hasta ahora el más rico que recuerde haber probado en un tiempo-
