I Wanted To ♠ MinJoong ♠

la primer mañana juntos

Amanecer y verte conmigo en la cama era maravilloso; verte dormir, tu rostro tan relajado, esos labios entre abiertos, tus pestañas, tu sonrisa dibujada en el rostro, esos cabellos locos que caían por tu frente, te hacían ver aún más hermoso.

Apreciarte por las mañanas era una de mis cosas favoritas.

Esa era la primer mañana que amanecías en mi cama después de una noche cansada pero especial, no resistí acariciar tu mejilla.

Comenzaste a despertar debido al tacto que te otorgaba, abriste tus ojos algo somnoliento, con tu mamita en forma de puño tallaste tu ojo izquierdo mientras sonreías.

- buenos días pequeño - te sonreí

- mmh~ buenos días amor - me miraste y sonreíste

- ¿Qué tal amaneció el ser más tierno del mundo? - besé tu frente y te abrazaste a mi torso desnudo mientras frotabas tu mejilla contra mi pecho.

- un poco adolorido pero bien, ¿Y tú cariño? - miraste hacia arriba en busca de mis ojos

- de maravilla porque tengo a mi lado a la persona que amo - te sonreí a lo cual te sonrojaste

Te removiste de tu lugar para acomodarte a mi altura en la cama y unir nuestros labios en un cálido beso. Te separaste y acariciaste mi mejilla.

- eres lo que más amo Mingi por favor no me vayas a dejar nunca -

- nunca te dejaré joongie~ sabes que es lo que menos quiero, y si te perdiera haría lo que fuera por volverte a enamorar -

- te amo, te amo, te amo - me abrazaste tal cual niño a un peluche, pase mis brazos por tu cintura y te apegue más a mi cuerpo.

Parecíamos personajes de historias clichés pero sinceramente no me importaba, lo único que quería era estar contigo así para siempre, amanecer todos los días contigo mientras que cuando despertarás lo hicieras sonriendome.

Odié el momento en que la alarma sonó pues al parecer habíamos despertado antes de tiempo para asistir a la preparatoria, reíste e intentaste levantarte de la cama pero el dolor en la cadera no te lo permitió.

- c-creo que fue mucho anoche - reíste avergonzado

- te dije que amanecerías con dolor de cadera y no podrías jugar hoy - me acerqué por detrás de tí y te abracé mientras besaba tu cuello

- con una pastilla se me pasará - sonreíste mientras intentabas levantarte nuevamente pero te jale hacia mí

- no vallamos a clases amor - rocé mi nariz por tu cuello haciendo que temblaras

- de-debemos ir M-mingi -

- mejor juguemos otra vez ¿Si? - hablé seductoramente en tu oído provocandote cosquillas

- me encantaría pero no amor, mejor levántate y ayúdame que por tu culpa me duele todo - hiciste un ligero puchero

- no solo es mi culpa - reí - tu anoche también me pedías más recuerda - dicho eso te avergonzaste y cubriste tu rostro con ambas manos

- ¡Y-ya! M-mejor yo me levanto solo -

Al parecer de la vergüenza que sentías te levantaste y caminaste directo al baño donde te encerraste mientras reías. Amaba saber que yo era el único que podía hacerte avergonzar de tal manera, de que yo era el único que te provocaba de todo, que ahora era yo quien podía disfrutar de tí para siempre.