La Red

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— ¡Harold!

El grito de Samantha Strange hizo saltar a todos en la habitación compartida de James Rogers Romanoff y Harold Stark, segundos antes de que la puerta se abriera sin previo aviso y la chica entrara sin importar que todos la miraban confundidos, aunque el joven Stark simplemente sonrió ya que él había configurado la tarjeta de acceso de Samantha para que también funcionara con el escáner de su habitación.

— No tienes que gritar, amor. 

— ¿Cuándo solucionaran lo de la señal? —inquirió la hechicera, moviendo su teléfono en el aire—. Necesito subir mis videos.

Henry Lang, Azari Udaku y Michael Fury hicieron una mueca, mientras que Margaret Rogers Romanoff y Madison Fury rodaban los ojos. 

Harold se levantó del suelo, puesto que estaba terminando unas conexiones en su computadora, y bastante calmado habló.

— Desgraciadamente, no podrás hacerlo más. 

La muchacha pelinegra saltó en carcajadas, otra vez haciendo rodar los ojos a la joven Rogers-Romanoff. Pasaron cerca de dos segundos antes de que se calmara, notando los rostros carentes de emoción de los demás.

— ¿Es enserio?

— Tranquila. —Stark se acercó a ella dulcemente, en lo que los demás volvían a los cables y laptops—. Como sabes, después de Nightmare, la infiltración al sistema, y el hecho de que casi freímos la corriente completa de la Academia. Fury padre mando a quitar todas las formas de comunicarnos, lo que incluye la cobertura telefónica y el internet.

— Tampoco estamos de acuerdo —interfirió Michael, levantándose para conectar una memoria a la computadora de Harold.

— Una terrible decisión por parte de nuestro papá —agregó Madison, tecleando en una laptop—, con la cual no fuimos consultados.

Margaret volvió a rodar los ojos, esos temas de familia no le agradaban. 

— Sólo nuestros padres tienen conexión con el exterior —terminó Azari, sin prestar atención a la actitud de la rubia. 

— Me va a dar algo.

Henry rio levemente ante la reacción de Samantha, y si no hubiera sido porque estaba muy concentrada en su drama, se hubiera ganado un buen golpe de magia.

— Y justo por eso cree esto —comentó Harold, haciendo ademán para que mirara su lado de la habitación.

Había muchísimos cables por el suelo, cosa que arreglarían después, todos conectados con su computadora de escritorio y que en la pantalla se veía un logotipo con una R como principal imagen.   

— La Red será nuestra nueva plataforma para comunicarnos, y para subir algunas fotos. 

— Será sólo para uso interno —explicó Madison, ante los saltos de felicidad de Samantha—, no saldrá de la Academia, pero será bueno para entretenernos. 

— Y nadie podrá interferir en el sistema gracias a Maggy y su talento para proteger programación.

Por primera vez, desde que se habían puesto a trabajar en esa habitación, Margaret sonrió levemente ante la aclaración de Henry, aunque paso desapercibido para la mayoría.

— Por eso te adoro. —Samantha abrazó a Harold de inmediato—. ¿Cómo la descargo?

Stark le pidió el teléfono y empezó a conectarlo en la computadora principal, mientras los demás cerraban las laptops y se ponían a enrollar cables para acomodar un poco el desorden.

Samantha esperaba levantada a que terminaran, moviéndose sobre sus pies como niña pequeña.

— ¿Cómo lo hicieron tan rápido?

— Es bastante simple —admitió Maggy—. Todos los estudiantes tienen un teléfono de Industrias Stark, por ello todos operan con el mismo sistema. 

— Harold tiene acceso al sistema —siguió Henry—, creamos una aplicación similar a las redes sociales que más usamos y convertimos la computadora de Stark para que fuera la central de esta aplicación.

La joven Strange inclinó la cabeza, riendo ante algún pensamiento interno.

— Así que… Serás como una especie de administrador.

— Me gusta cómo suena —exclamó Harold, desconectando ya el teléfono para pasárselo a la chica—. Aunque no pudimos igualar Youtube, estamos trabajando en eso aún. 

— No importa. Me estaba aburriendo de los videos de todas formas. Las fotos son mejor.

— Concuerdo contigo —saltó Madison, quién era fotógrafa por pasatiempo.

Samantha rio con la vista fija en el teléfono. Harold la observaba atentamente esperando por alguna pregunta sobre la aplicación, pero parecía que se desenvolvía bastante bien. 

— El único problema es que nos faltan bastantes números y que necesitamos instalar la aplicación manualmente por falta de internet —explicó Azari, no muy satisfecho.

— Denme una hora y toda la Academia estará en línea. —Samantha se dirigió a la puerta, chispeante en alegría—. Prepárense para las instalaciones, chicos… y Madison y Margaret.

Sin más se fue, dejando a Harold esperando un cumplido y a los demás bastante confundidos. 

Se encogieron de hombros, Samantha Strange siempre estaba en su propia dimensión, y jamás cambiaria.

Antes de que Harold fuera a ayudar a los otros a ordenar su teléfono sonó por un mensaje en su nueva app.

Sonrió sin demora al leerlo.
La Red funcionaba.  

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Holis, bienvenidos a mi nueva historia.

Esta es una historia tipo Instagram y Whatsapp, que esta ubicada después de la primera temporada de 'Academia de Héroes', es decir después del Capítulo 23, serán publicaciones que buscan entretenerlos un rato, pero una pequeña parte de lo que se hable aquí aparecerá en la segunda temporada de mi otra historia (Capítulo 24)

Luego de Perfiles II inician los capítulos entrelazados con la segunda parte, de todas formas se advierte antes de iniciar.
Cualquier duda pregunten sin miedo 😉😊

Espero que comenten que tal les parece.

Hasta la próxima, bye bye 😘

Red de HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora