JOSHUA
Cuando mi novio y compañero constante por cinco años me dio una maleta con mis cosas y me dijo que me fuera, estaba bastante seguro que mi vida había terminado. Lo peor, sin embargo, fue que no me tomó por sorpresa.
Sólo pude mirar a Baekho, que estaba de pie en el estudio de nuestra pequeña casa, y la maleta roja que me empujaba, le pregunté.
ㅡ¿Guardaste mi cepillo de dientes?
Parecía una cosa tan tonta de preguntar, pero no había espacio para pensamientos más profundos en mi cabeza. Amé a este hombre que me estaba echando a patadas. Pensé que íbamos a tener una familia juntos, uno o dos hijos, tal vez un gato... pensé que tendríamos un para siempre.
Pero al mismo tiempo, nunca lo había creído. Alguna parte de mí había estado esperando todo esto, y todos los combates recientes no habían hecho mucho para tranquilizarme.
Empaqué toda tu mierda – Baekho se pasó una mano por el pelo.
Miré la maleta. Al parecer, toda mi mierda entró en ella. Otra cosa que no era difícil de creer. La mayoría de las cosas que teníamos pertenecían a Baekho, en realidad. Él ganaba la mayor parte del dinero. Todo lo que yo tenía eran ocasionales trabajos de mierda acomodando estantes. En estos días era difícil conseguir algo más cuando eres un hombre omega, un hombre capaz de tener hijos.
Yo quería tener los hijos de Baekho, pero nunca había pasado. Dado que me estaba echando, tal vez eso fue lo mejor.
¿Por qué? – Le pregunté, tratando de mantener mi compostura mientras recogía la maleta.
Desvió la mirada como si de repente se sintiera avergonzado, con un parpadeo de duda en sus ojos oscuros.
No siempre he sido fiel, ¿sabes? A veces no querías, y luego tenía que... – se aclaró la garganta. Apreté los dientes. Había sospechado que no siempre guardaba las manos para sí mismo cuando salía corriendo después de una pelea, pero confirmarlo era otra cosa. Nunca fui violento en toda mi vida, pero en ese momento, quería darle un puñetazo. Hasta que habló – Voy a ser padre.
Dejé caer la maleta, y se abrió bruscamente derramando el contenido en el suelo de madera.
Mierda – maldije, momentáneamente distraído mientras me arrodillaba para meter mi ropa de nuevo en la valija. Las lágrimas picaban mis ojos y tuve que coger ciegamente algunas de mis cosas. Cuando Baekho se agachó para ayudarme, alejé su mano. Si hubiera iniciado esta conversación con esa línea, no tendría que decirme que saliera, me habría ido por mi propia cuenta mientras mi dignidad seguía algo intacta.
No había posibilidad de que eso ocurriera ahora. Las lágrimas estaban llegando y no pude detenerlas.¿Cómo pudo embarazar a alguien más después de haber estado intentándolo durante tanto tiempo?
ㅡ¿Quién es él? – pregunté.
Baekho se frotó la nuca.
ㅡSólo un tipo que conocí en un bar hace unas semanas – Me froté los ojos y lo miré fijamente – No lo planeé, ¿de acuerdo?
Quise gritarle, pero ni siquiera sabía qué decir. Todas las palabras quedaron atrapadas en mi garganta.
ㅡNo hubiera sucedido si te hubieras quedado embarazado, ¿sabes? Pero existe algo malo contigo.
Cogí una de las camisas que había aterrizado en el suelo y le di una bofetada. No había nada de malo conmigo. Me había checado. Pero si ahora había embarazado a alguien más, obviamente no había nada malo con él tampoco. Y no podía quedarme aquí más tiempo. Agarré todo lo que pude, incluyendo la maleta, y lo dejé mirándome con asombro, con una mano en la mejilla.