El chico de la ventana

capitulo 2

Al día siguiente quería levantarme lo mas tarde que podia, entraba en la tarde a la prepa asi que podía dormir todo lo que quería y una cosa que les tengo bien claro a mis papás es que no me molesten cuando estoy durmiendo por qué de plano me enojo mucho y pasó lo que no me gusta.

—Celeste, levántate, hizo Mati temprano el desayuno—Me dice mi mamá tratándome de levantarme
No me levanté y mi mamá grito como siempre
—¡CELESTE!
En esos momentos recordé que el chico que estaba enfrente con su ventana muy grande como la mía pudiera ver lo que estaba sucediendo así que me levanté con el pelo todo revuelto y con los ojos de mapache como todos los días
—¿Que quieres?—Le preguntó gritándole
Se que no es una buena forma de contestarle a tú mamá pero en verdad me hartaba
—DEJA DE CONTESTARME ASÍ CELESTE—Me grita mi mamá
—Bueno ¿Que pasó mamá?—Le preguntó a mi mamá más tranquila
—Te dije que te levantes, que Martí hizo el desayuna temprano si no se te va a calentar—Me vuelve a decir mi mamá
—Mamá ay voy—Le respondo mientras me estiroteo
Mi mamá se fue aporreando la puerta y estaba por gritarle hasta que vi al chico parado en la ventana  viendo una pequeña escena de hija peliando con su mamá.
Me puse de pie como el, y le hice un gesto como de que miras y el se rió
—Pudrete—Exclamo pero sabía que le no me iba a escuchar así que fui al baño a cambiarme enojada como siempre
Me puse un mallón negro como siempre, esta vez tenía ganas de ponerme una camisa roja que no me había puesto y mis pantuflas, me dio flojera de peinarme así que me deje el pelo revuelto, pero me dio calor 5 minutos después que me estaba lavando las manos y me hice una coleta.
Salí del baño y tenía curiosidad de ver qué estaba haciendo el chico por mi ventana pero el no estaba y como el no estaba baje a desayunar.
Me senté y sabía que hoy no me salvaba de hablar con mis papás.

—¿Te gusta la comida cele?—Md pregunta mi papá
—Si fuera sushi si, y ¿Cuántas veces tengo que decir que odio que me digan Cele? Pregunto a mi papá muy enojada
—Si, perdón hija ¿Quieres que pida sushi? Me pregunta mi papá
— Emm estoy bien así papa—Le respondo
—Oye no tienes por qué hablarle así a tu papá celeste— Me grita mi mamá
—¡DÉJAME EN PAZ MAMÁ!—Le gritó mientras me paro y me voy
—¡SIENTATE!—Me grita mi mamá
—NO—Le respondo
Fui a esconderme detrás de dónde estaban los vasos para escuchar lo que le dijo mi mamá a mi papá.

—No puedo, esa niña me va a matar de verdad ¿Por qué se comporta así? Le damos todo lo que nos pide toda nuestra fortuna es de ella y es muy rebelde, no se que hicimos para que nos pagará así—Estaba a punto de llorar mi mamá
—Pronto se le pasara—Le responde mi papá a mi mamá
—¿QUE SE LE PASARA?¿Que le contesté mal a sus papás?¿Que saque malas notas?¿Que no sepa valorar lo que tiene?¿Su rebeldía?¿ESO SE LE PASARA?—Le pregunta mi mamá a mi papá
—Si—Le responde mi papá a mi mamá
—Pues NO, y si no le pones un alto a esa niña de verdad no sé que sería capaz de hacer en serio

Me sorprendió que mi papá tuviera la esperanza de que ya no sea rebelde pero amo ser rebelde y mandar al diablo a los que necesito mandar y decirles verdades a las personas bueno solo a los que me caen mal, el problema que sentía era que ni yo sabía por qué era tan rebelde, no me pasó nada cruel en mi vida, siempre eh estado en mi casa bueno mi gran casa y de mi gran casa a la escuela y ya nunca salía y eso sentía que me amorgo un poco pero igual me encantaba estar encerrada y estar leyendo todos los libros del mundo y agarrarme todo el día para leer u estar viendo la casa de en frente, y de verdad mandar al diablo a la gente que me quiere me hace sentir bien lo cual es raro e igual es raro que aún me siguen queriendo es sorprendente.

Llegue a mi habitación y estaba un hoja pegada en la ventana de ese chico ingenuo.
El que volte a ver primero la ventana del otro pierde
Me enfuresi como siempre, y arranque una hoja de cualquier libreta que encontré en mi escritorio y puse.
  Vete al diablo
El lo vio y se empezó a reír yo lo voltíe a ver y le voltíe los ojos, me acosté en mi cama y a lado está mi mesita que me regaló mi abuelita que de hecho es la única persona que no soy rebelde y que tampoco le contesto mal, en mi mesita está mi libro de terror ya que no me gusta leer de romances por qué me parecen muy ridículos.
Llegó la hora de irme a la preparatoria y llegó las hora que más odio en el mundo.
—Señorira celeste, ya es hora que vayas a la preparatoria
—¿Por qué demonios no tocas antes de entrar a mi habitación Mati?—Le pregunto enojada
—Lo siento ssñorita—Me responde
—Vayase que me voy a cambiar—Le contesto y entro al baño
Me estaba cambiando mientras hasta que no encontré mi maldita camisa gris quee iba a poner y ya tenía todo menos mi camisa y no podía salir sin mi camisa por qué había un chico en frente que me podía ver DIABLOS
—MATIIIII—Le grito
—Mande señorita—Me contesta mientras entra a mi habitación
—Pasame la camisa que está en la encima de la cama—Le pido con voz fría
—Claro señorita—Me contesta
Me la paso la camisa
—Ya te puedes ir—le contesto cerrando la puerta en su cara
Oí que cerró la puerta de mi habitación así que salí para ponerme mis tenis y por último baje para irme.

—Adios princesa, que te vaya bien en la preparatoria, consigue amigos no solo Dana—Se despide mi papá
—Si bye—Le contestó

Cómo siempre salí y está parado el chófer como menso esperándome para llevarme a la escuela.

Llegué a la escuela y como todos los días hablé con Dana sobre su hartante novio y no pasó nada interesante hasta que fui a la clase de la maestra Guging (Matemáticas) y no estaba ella estaba un señor con lentes y se veía bastante viejo y lo primero que pensé era “Por fin despidieron a esa maldita maestra” y no me sentí mal al contrario no me importó me sentí muy bien.

A la hora de que estábamos comiendo Dana y yo vinieron las “Chicas Anoréxicas”a molestarnos y me agarraron de un mal humor (Cómo siempre) y les di una patada en el trasero

—Miren, están comiendo sus tortitas de jamón y queso mi vida—Grita Hanna
—MINIMO NOSOTRAS SI COMEMOS y NO ANDAMOS VOMITANDO LA COMIDA PARA QUEDAR ANORÉXICAS COMO USTEDES—Gritas más fuerte y hago que todos nos volteen a ver
—¡Minimo no estamos gordas como ustedes!—Exclama Hanna
—NO NECESITAMOS VOMITAR LA COMIDA PARA QUE LOS CHICOS NOS ESTEN VIENDO, PERO TE DIJO UNA COSA HANNA, YO SI FUERA CHICO ME DARÍAS ASCO POR QUE SE TE VEN TODAS TUS COSTILLAS—Le contesto a Hanna
—oooooooohhh
—No te recomiendo meterte conmigo Hanna—Le comento muestras se va

Hanna se fue sin decir nada más que las cosas que me digo pero no me importó ninguna palabra.

—Si que eres mala—Me dice Dana
—Gracias —Le contesto riéndome

Saliendo de la escuela, todos se estaban despidiendo de mi.
—Por fin le pusiste un alto a Hanna y a su grupito, gracias  te quiero —Me exclama un chica que parecía de 15 años
Le contesté con una sonrisa y se fue muy emocionada

“Que riducula”pense
—Ahora eres famosa en la preparatoria—Me comenta el chófer
—Vete al diablo—Le contesto subiendome a la limosina y volteo los ojos

Llegué a mi casa
—Hija ¿Cómo te fue en la preparatoria?—Me pregunta mi papá mientras está leyendo un libro sentado en el sofá de la sala
—Como siempre—Le contesto a mi papá mientras subo las escaleras

Deje mi mochila a lado de mi cama cuando llegue a mi habitación y me metí a bañar ignorando que en frente de mi estaba la habitación de el chico, acabando me puse mi pijama y me senté a leer.

—Esta lista su cena Señorita—Mientras entra a mi habitación a darme mi cena totalmente servida
—Gracias— le respondo
—De nada señorita—Me contesta
—Se lo manda su papá espero que lo disfruté—Me dice Mati mientras se va de mi Habitación

Mire a ver hacia la ventana y vi que tenía otra hoja ventana
Que rico deberías invitarme a comer sushi que es mi comida favorita
Mi momento furioso no estaba activado así que para despejarme y quitarme mi enojo baje a dejar los platos

—No te hubiese molestado señorita—Me dice Mati
—No te preocupes—Le respondo mientras subo las escaleras

Subí y a lavarme los dientes para ya dormir así que ignore el maldito mensaje de ese ingenuo y me acosté a dormir.