Capitulo 5

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Después de lo que pasó él día anterior definitivamente no quería ir a clases porque le tenía que contar lo que pasó a Dana y cómo la conocía tan bien sabía que me iba a molestar.

—Amor ya levántate es que Mati ya hizo el desayuno y tú no te has levantado—Mi papá me va a levantar
—Ay, papá ¿Que haces aquí?¿Cuántas veces tengo que decirles que no quiero que entren a mi habitación sin que los llamé ¿Que sucede con ustedes?—Le hago preguntas a mi papá enfurecida
—Celeste, ya es tarde para que vaya a la preparatoria, hija, solo vine a decirte que te pares para que bajes a desayunar—Me aclara mi papá
—Si papá, ya te puedes ir y dejar para que me cambié—Le contesto mientras aporreo la puerta de él baño agarrando mi ropa.

Pantalón de mezclilla, camisa negra, tenías blancos, pelo suelto ya estaba lista para bajar a desayunar y ya irme por fin de la casa.
(Tenía 1 razón solo 1 por la cual no me aburría ir a la preparatoria y era que no me podían molestar mis padres pero en todo lo demás me aburría)
Agarrando mi liga para amarrar el cabello vi otra noto asquerosa de “Mark"
     Buenos días
No estaba de un buen humor y menos porque mi papá entro a mi habitación sin mi consentimiento.

Baje a desayunar con el celular agarrado viendo que tonterías Dana subió el día anterior qué por supuesto sabía que subió algo con su novio.
Llegando a la mesa, me siento viendo el celular, (están mis papás).
—Cele, estás desayunando, ¿Puedes dejar el celular?—Me pregunta mi mamá
—No—Le contesto mientras agarro con mi tenedor un pedazo de huevo
—Cele, hija, porfavor, es una falta de respeto que estés desayunando y estés viendo él celular—Prosegue mi mamá
—Aja—Le digo viendo el celular
—Celes...—Señora puede venir un momento—Interrumpe Mati
Mi papá no me digo nada después que se fue mi mamá a ver qué quería Mati, así que seguí viendo el Celular.

—Ay despides a mi mamá de mi parte, ya me voy padre—Me despido mientras camino hacia la puerta
—Adios, princesa te amo—Me grita mi mamá
—Que vergüenza—Pienso en voz alta

—Buenos días señorita, ¿lista?—Me saluda él chófer mientras me abre la apuesta de la limosina
—Ni modos que no—Le contesto
Todo el camino hacia la preparatoria, me pase escuchando música de mi genero favorito que era “Rock” y el “Metal”, solo la música me entendía.

—¿Te pasó algo interesante?—Me pregunta Dana
—Dana, ¿Que cosa interesante me puede pasar?—Le preguntó enojada y la volteo a ver a los ojos
—Ah perdón, te cuento...—No quiero saber nada otra vez de tú relación aburrida con tú novio—Interrumpo a Dana mientras me voy
No le conté nada de “El chico de la ventana”
Llendo hacia la baño choque con una maldita chava. Pero al verla bien se parecía mucho a la chica de la fotografía que tiene pegado “Mark” en su habitación, era idéntica.
—Ay, lo siento—Me dice
—Ay, y ¿Por qué no te puedes fijar por dónde caminas?—Le contesto burlona mente mientras sigo caminando
—¡Dios, que horror!—Exclamo en voz alta

TODAS las clases absolutamente eran ABURRIDAS, solo la única clase que me gustaba era inglés por que podía insultar en inglés todo lo que quería y algunos no lo entendían ¿Cómo? Por qué entraban nada más a la clase de inglés solo para verse con su novio o novia y no prestaban atención a nada lo que decía el profesor.
Típico de la chicas cualquieras—Decia un compañero de la clase
No estaba de acuerdo pero quizás tendría razón.
Ese compañero de clases sentía que si me podía llevar bien con él, se veía tan parecido a mi pero no le iba hablar por nada.

Llegó por fin la hora de irme a mi odiosa casa que era lo único que no quería ir, para no poder soportar a mi padres que cada día se estaban volviendo más fastidiosos.

—Hola señorita hora de irnos—Me dice el chófer mientras me habré la puerta
Cómo forma muy amable de contestar le volteo los ojos.

Solo faltaba una esquina para llegar y no quería, no quería soportar a mis papás era lo peor que me pasaba

—Hola, amor ¿Cómo te fue?—Me pregunta mi mamá

Subo rápidamente las escaleras sin contestarle
—Ya no vayas a molestarla quieres estar sola—Le dice mi papá a mi mamá
Mi papá siempre me salvaba de todas las discusiones que tenía con mi mamá bueno la mayoría de veces.

Llegué a mi habitación, vi que “El chico de la ventana” estaba en su escritorio de espalda haciendo no se que y no le importaba.
Me metí al baño para cambiarme y a penas salí, me tiré en mi cama a dormir.

El chico de la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora