Desde que nació la pequeña , hermosa , linda y fuerte Misaki, Erwin ha tratado de todo para que se enamore de su hijo Akira. Pero Levi no deja que ni un niño de tres años le robe a su mocosa.
Erwien desea que Akira y Misaki formen una relación de pareja, la razón de esto, solo la sabe Erwin..
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¡Misaki llegarás tarde!- gritaba una asiática -Tsk, tendrás que despertarla- decía la azabache mientras miraba penetrantemente a su esposo - si ahorita subo - decía un enano malhumorado por no poder acabarse su té.
Maldita mocosa apresúrate-dijo el azabache mientras despertaba a la menor -No dejare que faltes a la secundaria-decía cada vez más enfadado -papá son las 4:30 am y estoy limpiando mi cuarto y ya estoy lista, ahorita bajo-decía enojada la chica de ojos grises con azul -dile a Mikasa que solo termino de limpiar y bajo- un silencio se apoderó de la habitación _tsk ... no te deberías tardar tanto esto yo lo limpio en quince minutos- -termine ... que dijiste padre- el orgullo que uso el ojiazul se esfumó al ver que tan limpia había quedado la habitación -listo solo me tarde 14 minutos ... vamos papá- el hombre asintió con un aire de derrota y felicidad.
El saber que su hija tenía esa capacidad para limpiar lo ponía feliz pero enterarse que era mejor que el le pegaba justo en el orgullo.La azabache bajaba rápidamente las escaleras, pues en unos 30 min llegaría Akira a recogerla para ir juntos a la escuela -perdón mamá pero tenía que terminar de limpiar- la madre giro los ojos y miro seria a su marido -todo lo que le pudiste haber enseñado, le tuviste que pegar tu hábito de limpieza- ella sabía lo que venía, su madre se enojaría, seguido su padre negaría y luego el se pediría perdón para lego darle un pequeño y rápido beso y una sonrisa -perdón- y tal como ella lo pensó así había sucedido.
Treinta minutos pasaron y se escuchó como tocaron la puerta. Al abrirla Levi visualizo a los rubios que habían llegado -hola! Que bueno que esas lista mi Misaki, recuerda que cualquier cosa Akira estará aquí para ti- la chica vio de soslayo a su papá el cual le hervía la sangre -pero aquí tiene a su padre que la cuidara más que el cuatro ojos- el rubio menor solo decidió saludar y no decir nada más, el ya conocía al hombre frente suyo y en parte lo entendía, tener uno hija y que te la quieran quitar no es agradable. El lo experimentaba cada día que algún chico se le acercaba a su hermana menor -Bueno me tengo que ir- -adiós Misaki ... llegaré tarde podrás prestarte algo de comer. Y si invitas a alguien que sea Akira o Yumiko- -sí mamá- dijeron para posteriormente largarse de ese lugar.
