Los regalos del Loto

Primer Regalo: Jiang FengMian

NOTAS INICIALES: Y comenzamos con estas historias con el regalo de Jiang FengMian, el padre (del año) de mi amado bb...

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Se acercaba el cumpleaños número cinco del pequeño maestro del Muelle de Loto, y como todos los años desde que nació, la secta era un caos; sirvientes iban y venían corriendo por los largos pasillos del Muelle, preparando las mil y una cosas que la celebración del joven amo requería. Madam Yu, firme y con su severa voz, no perdonaba errores y ordenaba todos los pormenores de dicha celebración. Todo tenía que salir perfecto.

Los sirvientes veían con total terror como el peligro se reflejaba en los ojos violetas de su ama, por lo que trabajaban diligentemente temiendo ser castigados por la estresada mujer. Pero más que por temor, ellos también fervientemente llevaban a cabo su labor con gusto porque todos realmente querían ver feliz a su joven amo Jiang Cheng.

En cambio, el pequeño amo refulgía de alegría y emoción mal ocultada. Y como no, si se acercaba su tan anhelado cumpleaños y los mimos aumentaban al doble.

El pequeño amaba ser mimado, porque a pesar del caos en su secta y de que su madre gritaba más de lo común, está misma le permitía salir más y divertirse sin tener que asistir a esas aburridas lecciones con sus tutores, las cocineras le regalaban dulces y su hermana jugaba más con él. Todo porque se acercaba su cumpleaños.

Salvo su padre.

Jiang Cheng se entristeció al recordar como su padre parecía no verse afectado por las celebraciones de su cumpleaños. Después de todo no cambiaba ni siquiera un poco el trato que tenía sobre él. Ni decir sobre pasar más tiempo con su hijo o siquiera mirarlo un poco más. De hecho, parecía que siempre cuando se acercaba el cumpleaños de su heredero tenía más trabajo de lo normal.

En una ocasión le preguntó a su hermana sobre ello, de que porqué su padre parecía no interesarse por su cumpleaños, recibiendo de esta la respuesta que su padre era un hombre muy ocupado con los asuntos de la secta y que la fecha de cumpleaños de Jiang Cheng coincidía lamentablemente con la temporada de lluvias en la parte sur de Yunmeng y justo con mediados de otoño donde se debía velar por las provisiones para el invierno.

La pequeña Jiang Yanli le dijo también que a pesar de estar ocupado su padre siempre aparecía el día de las celebraciones para estar con su hijo dándole un regalo como siempre. Al escuchar aquello Jiang Cheng fingió ser maduro y entender, asintiendo a su hermana para darle alivio a esta, ¡pero es que no lo entendía! Ni le agradaba. A él no le interesaba los regalos que su padre le daba, ni menos si Yunmeng se estuviera inundando ¡Él solo quería que su padre lo tomase en cuenta!

A pesar de su deseo todo parecía indicar que nuevamente ese año no lo conseguiría. Pero el sería un niño fuerte y no lloraría ¡Ya tenía (casi) cinco años de edad!

Los días hasta le celebración de su cumpleaños pasaron rápido hasta que la tan esperada fecha llegó; esa mañana y muy temprano, fue despertado amablemente por su hermana quien luego de llenarle de cariños y mimos, ayudó al pequeño a prepararse para comenzar el día. Se sintió realmente bendecido que su hermana cepillase su cabello y preparase su ropa, y más aún, que Jiang YanLi le cantara solo para él. La amaba.

Durante el desayuno recibió un escueto saludo de su madre, pero eso no le importó, más que nada porque junto con lo que parecía ser el frío saludo de su madre venía un cálido y largo beso en su frente; Madam Yu parecía ser severa y exigente con su hijo, pero lo amaba más que nada. Y Jiang Cheng a ella.

No vio a su padre durante el día, pero eso no le preocupó a Jiang Cheng por el momento. Ya aparecería para la cena en honor al quinto cumpleaños de su hijo tal como había dicho su hermana. Después de todo el año anterior a ese fue exactamente lo mismo; Jiang FengMian estaba muy ocupado con los asuntos de la secta para aparecer durante el día, pero en la fiesta estaba ahí.