Segundo Regalo: Jiang YanLi

3.2K 445 91
                                    

NOTAS INICIALES: Y aquí tenemos el regalo de la hermosa y amable Jiang YanLi. Algo estúpido, pero con amor.

-----------------------ooo-----------------------

Ya era casi la hora del desayuno y Jiang Cheng seguía en su habitación. Estaba arriesgando recibir una reprimenda por parte de su madre y una nueva mirada desaprobadora de su padre por no llegar a tiempo, pero es que tenía un problema más grande que preocuparse de la reacción de sus padres.

Y ese era su cabello.

Como buen heredero que debía ser, era su deber mantener su largo cabello siempre ordenado, peinado y limpio, pero a sus 8 años de edad su cabello era completamente lo contrario. Había crecido bastante y le era complicado peinárselo, sumado a que se enredaba con facilidad mientras dormía y le había crecido tanto que le costaba desenredar todo hasta las puntas. Todo un desastre.

Antes ese no era un problema, y por antes se refería solo hace una semana atrás, ya que siempre recibió ayuda de las sirvientas, de su hermana o hasta de su madre, pero fue esta última quien un mañana le quito el beneficio.

Y todo por culpa de Wei Ying. Si tan solo esa mañana su estúpido shixiong no se le hubiera ocurrido la genial idea de tirársele encima sin ninguna razón y revolcarse en el piso junto a él provocando que su peinado se arruinara y tener que presentarse al desayuno con su cabello hecho todo un nido de aves, él no estaría pasando esa situación. Más cuando su madre con voz irritada les ordenó a ambos que se pusieran presentables, y claro, a Wei Ying no le costó volver a esa estúpida coleta desordenada que llamaba peinado. Mientras el combatía una batalla perdida con su cabello, hasta que su hermana amable como siempre se apiadó de él.

Nunca pensó que solo eso haría explotar a su madre.     

–¡Es una vergüenza que un futuro líder de secta como tú aun no sepa peinar su propio cabello sin ayuda! – gritó – Desde mañana no permitiré que nadie te ayude. Tendrás que aprender a valerte solo, ya es hora de que madures y aprender a ser independiente –  sentenció. Jiang Cheng solo pudo agachar la cabeza y asentir.

Y entonces fue así como su madre prohibió a las sirvientas y a todos el que quisiera ayudarle en hacer algo tan mundano como peinar su cabello.

No hay ni que decirlo, Jiang Cheng estaba amurrado. ¡Tenía solo 8 años, obviamente no podía ser independiente!, o por lo menos eso le dijo Wei Ying cuando trataba de consolarlo.

Nunca esperó que después de su desastroso primer intento, el cual obviamente fue fallido, y tener que escuchar las burlas sin vergüenza del mismo shixiong que antes trataba de animarlo le hicieron hervir la sangre e intentar golpear a su amigo. A la mañana siguiente lo intentó de nuevo, pero no hubo caso, simplemente no servía para eso.

La frustración nuevamente tomó parte de sí. Por un segundo pensó en no salir de su habitación durante todo el día, quizás durante toda su vida, y mandar al diablo todas sus lecciones, después de todo no quería ser víctima de las burlas de Wei Ying de nuevo. Si bien él sabía que más temprano que tarde vendría su madre por él sacándolo a la rastra mientras lo reprendía por fallar a sus responsabilidades.

Sin embargo, no fue así. Un golpe en su puerta lo distrajo, entrando, y de forma bastante sigilosa, tres de las sirvientas quienes veloces y haciéndole señas de que no hablara, se acercaron a él y comenzaron a preparar su cabello. Quiso decirles que no era necesario, que debía obedecer a su madre y aprender por sus propios medios, como también advertirles que ellas se estarían metiendo en problemas, pero solo la sonrisa cariñosa de las tres mujeres le hicieron callar y dejarse peinar. A las mujeres solo les bastó minutos terminar su labor, para después salir haciendo una pequeña inclinación de despedida a su joven amo. Jiang Cheng estaba tan feliz y agradecido que inmediatamente salió de su habitación.

Los regalos del LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora