Cuarto Regalo: Jin Ling

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Jin Ling tenía 7 años cuando comprendió que los regalos no solo se reciben, sino que también se dan.

Un gran descubrimiento para el pequeño Jin Ling quien pudo jactarse que se dio cuenta de esto él solito y sin ayuda de ninguna de sus niñeras o sirvientes. Aunque le molestó cuando al comentarle a un niño cuyo nombre nunca se molestó en aprender de su secta su gran descubrimiento este se rió y se burló de ello.

–¡Sí que es un gran hallazgo si un mocoso mimado como tú se dio cuenta! – le comentó en esa oportunidad.

Le fastidió esas palabras, pero más cuando su tío Yao le reprendió por golpear al niño ese por ser insolente con él. ¡De seguro su tío Cheng le hubiera celebrado el haberle golpeado!    

Por ello, y para demostrar que no era un niño mimado y que podía hacer cosas por otras personas, llevaría a la práctica su nuevo conocimiento; le regalaría algo especial para el cumpleaños de su tío Cheng.

¿Y por qué había decidido que sería su tío Cheng su primer beneficiado? ¡Por dos razones! La primera era obvia; se acercaba convenientemente el cumpleaños de su tío Jiang Cheng lo cual era perfecto para su plan. Y lo segundo, que era lo más importante, era porque en serio le quería regalar algo a su tío.  

Por alguna razón que Jin Ling no entendía, su tío nunca se emocionaba ni alegraba como él por la llegada de su cumpleaños. Es más, si él no hubiera preguntado a los sirvientes personales de su tío cuando era el cumpleaños de este, el niño no se hubiera ni enterado.

Fue ahí cuando enfrentó su primer problema; su tío estaba de cumpleaños justo cuando él por lo normal pasaba la temporada en Torre Koi... se imaginó que quizás esa era la razón de porque no supo antes de la fecha de cumpleaños a su tío. Pero bueno, su primer problema era cómo convencía a su tío Yao que le diera permiso de quedarse en el Muelle del Loto.

Por suerte no le costó demasiado. Aunque sí reconocía que quizás utilizó uno que otro truco sucio, como llorar, patalear y destruir cosas un tanto valiosas. Pero fue lo necesario para lograr que su tío Yao enviará un mensajero con urgencia a YunmengJiang. Al día siguiente su tío Cheng se encontraba en la entrada de Torre Koi con el rostro sumergido en preocupación.

–Encuentro que Jin Ling está lo suficientemente grande para enfrentar un otoño en Yunmeng – dijo en esa ocasión su tío Yao – Además le vendrá bien la experiencia de pasar tan dura estación bajo la vigilancia del Líder de Secta Jiang y madurar de una vez. – agregó – Solo espero que se aseguré que esta vez le permita hacer amigos de su edad.

–No me lo tiene que mencionar, Líder de Secta Jin. – contestó con su irritado tono de siempre – Sé lo que es bueno para mi sobrino. 

Jin Ling no entendió muy bien porque su tío Cheng estaba enojado, si bien el único ofendido ahí era él mismo, pero suponía que su tío Yao también dijo algo que debió ofender a su tío porque no demoró en tomarlo y llevárselo de ahí sin siquiera dejar que se despidiera.

Bueno, de cualquier forma, su primer problema estaba resuelto; conseguiría quedarse en el muelle de Loto justo durante el cumpleaños de su tío Cheng. Independiente de la forma en que lo logró.

Ahora iniciaba su segundo problema; qué regalarle a su tío.

Si era honesto, Jin Ling ya tenía planeado que podría ser ese presente de cumpleaños, pero tenía que ocurrirle la genial idea de comentárselo a una de sus sirvientas.

–Pequeño Amo, regalar dinero no es considerado un presente adecuado – le respondía la ya vieja mujer que peinaba su cabello mientras lo miraba a través del espejo con una sonrisa amable en los labios – Por lo menos no para alguien como el líder de secta. Tiene que pensar en otra cosa. 

Los regalos del LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora