De ida a el supermercado la ve entrenar.
Al regreso sigue ahí.Eso se repite. Un día. Otro. El que sigue.
Cada tarde, cuando va a la plaza a hacer su rutina de yoga, Leonor siente que comparte aire con ella.
Hay algo en esa chica que le recuerda su propia juventud. Quizás el cuerpo delgado, pero fuerte, quizá la mirada inquieta. O tal vez el ímpetu con que inicia sus movimientos.
Mirarla en su tela es como ver el despliegue de los pétalos de una flor. Esa fragilidad.Nace con ella el deseo de preguntarle por qué duerme en la plaza, si no tiene casa, si puede ayudarla. Dejarla cuando la noche se acerca se le hace difícil, pero ¿Con que excusa va a acercarse?
La invisibilidad de Leonor esta vez le juega en contra.
La chica parece tan protegida y a ella la conmueve tanto verla bailar.Quizá llegue nuestra oportunidad, se dice a sí misma. Quiere que eso suceda.
Quizá no hace falta apurar a los tiempos.
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la chica pájaro
Roman pour Adolescentsuna ciudad, un barrio, una plaza. de pronto, una chica pasa corriendo y se sube a un árbol. Detrás aparece un chico: la busca, la llama. ella no se deja ver. Darío, un trabajador de la construcción, y Leonor, una vecina, serán testigos de esta huida...