- Dani: entonces... ¿os vais?
- Ana: supongo...
- Maria: tía, yo que quieres que te diga pero no veo normal que tu padre de la noche a la mañana te diga que os vais a vivir a Andalucía, es que no es al pueblo de al lado, es a Granada.
- Ana: ya tía, pero aunque quisiera no podría hacer nada, a parte, hace mucho tiempo que no veo así de feliz a mi padre, desde lo de mi madre, concretamente. Y tampoco creo que me venga tan mal cambiar de aires
- Luis: hombre saliendo con Javi normal que quieras cambiar de aires.
- Ana: no empecéis...
- Maria: ¡hostia es verdad! ¿como se lo vas a decir al calvo?
- Ana: ¡que no le llames así!
Además, ¿por qué calvo? ¡Si tiene pelo!
- Maria: por ahora...
- Dani: ¿tu le has visto las entradas?
- Álvaro: y tiene 23 años, deja que tenga 40
- Dani: ¿seguro que quieres que sea el padre de tus hijos, el hombre de tu vida y todas esas chorradas que le dices?
- Maria: Ana todavía no es consciente de lo que puede suponer ver embejecer a ese ser.
- Ana: (resopla y se extiende en la mesa en modo de rendición)(Todos ríen)
- Luis: bueno cambiando de tema, ¿ahora que te vas a ir tendremos que ir frecuentando el doble las visitas al cementerio no?
- Maria: y tendremos que fumar el triple, cuando estés en la península te acordarás de lo barato q está el tabaco aqui
- Dani: claro, yo me ofrezco para cumplir la penitencia contigo
- Ana: (ríe)
- Alvaro: bueno, pagamos esto y vamos al cementerio, ¿no? A por el primero de los últimos
- Maria: yo pago lo de Ana y lo mio
- Ana: ¿Como? ¿Y esto?
- Maria: hombre, tu piensa que cada cerveza que te invite son unos eurillos más que tienes que recaudar para luego comprarme un vuelo a Andalucía, que los andaluces con ese acento... ahí tan campechanos, tan... bueno tu ya me entiendes..
- Ana: pues no.
- Maria: Claro, tu que vas a entender si estás idiotizada con Javi, bueno no, que ahora se llama jadel, que se cree cantante el calvo
- Ana: Maria...
- Luis: Oye, que si las cervezas luego se van a convertir en turismo andaluz, se la pago yo
- Dani: ya se lo he pagado yo
- Alvaro: ¿pero quien te ha dado permiso?
- Maria: ¡Pero vamos a ver chaval! ¡que la idea ha sido mía!
- Luis: ¡Maria tía! ¡No grites que esta mirando todo el bar!
- Maria: ¡Pero si el que esta gritando ahora eres tu!(ANA): Y reí, no se si reía porque verdaderamente esos cuatro payasos me lo provocaban o por pura nostalgia, siempre ha sido típico de mi eso de sentir más nostalgia cuando veo que se acerca el final que cuando verdaderamente todo ha acabado.
Mi último mes en La Laguna se resumió en caja de mudanzas, recuerdos que volvían a mi tras sacar un objeto, un juguete o un regalo que estaban escondidos entre trastos y trastos, visitas al cementerio, hincharme de cervezas para que maría se quedase tranquila de que iba a ver a "esos andaluces tan campechanos" y muchas y muchas discusiones con Javi.
"Ana, si me pongo así es porque te quiero y te voy a echar de menos". Yo también lo iba a hacer, pero que culpa tenía yo de que mi padre hubiese encontrado el amor en la península. Muchas veces he pensado que verdaderamente mis amigos tenían razón, y solo era un creído prepotente que vacilaba a menores de que era mayor de edad y podía tener coche.Recuerdo que como buen dramática y sentimental que soy despegué escuchando "Volver", y me acabé durmiendo con la melodia, soñando en volver, a esas tierras, a mi Islita, a mi cuna, a "mi casa", aunque legalmente ahora fuese otra.
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La ecuación de Dirac
RomanceEl padre de Ana comienza una relación en Andalucía, y la familia entera se muda a empezar una nueva vida allí.