Los dias, se hacian horas, las horas minutos y no tocaban el viejo timbre para indicar la hora de salida para irse a casa despues de un largo dia de estudio. Todo marchaba bien en durante el dia solo faltaba llegar a casa...
–Argentina!! Que vamos a cenar?– grito el pequeño de Chile desde la sala–
–Unos buenos ñoquis asi que anda, toma la plata y traeme pure de tomate– comento el cocinero quien estaba preparando la masa, no sin antes haber dejado 450$ en la mesa–
–Bueno pues... Ahí vuelvo we–
–No tardés mucho–
–No lo hare, tenlo por seguro wey–
Mientras Chile, iva al supermercado, se encontro con EE.UU (Estados Unidos) y fue a saludarlo con evidente alegria. El eatadounidense le devolvio el saludo y se quedaron un rato hablando, cada uno con su compra en un pequeño canastito.
Cuando EE.UU, pago y se despidio de Chile para luego irse, el chileno no solo llevo lo que su amigo le pidio, si no tambien dos yogurts pequeños, uno de fresa y el otro de vainilla, unas galletas "Oreo" y un pequeño juguito de caja para beber en el camino de regreso. Por suerte su amigo le dejo bastante dinero porque si no tendria que haber dejado anotado todo en la cuenta de Argentina y eso, a su amigo no le iva a gustar mucho que digamos...