Until I See You Again - GTOP

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Jiyong limpió sus lágrimas con cuidado tratando de no ser tan obvio, Hyorin estaba a unos metros de él dejando en perfecto estado su hermoso traje blanco, traje que iba a vestir en pocas horas para casarse con el amor de su vida, el hombre que más ama en el mundo.

Su llanto no era insignificante, pues éste provenía de la emoción, nostalgia y tristeza. Su corazón bombeaba rápido de completa felicidad por la próxima unión oficial, la nostalgia por parte de todo el tiempo que pasó suspirando por Seunghyun cuando tan solo eran unos niños y la tristeza puesto que su preciosa mamá no estaba en el momento más importante de su vida.

Su mamá era el ser más dulce con el que cualquier persona se podría cruzar, tal cual lo decía su nombre, Honey Lee, llena de valores, cualidades, amor y humanidad, sin duda Jiyong ha trabajado fuertemente en ser una persona tan valiosa como lo fue ella, en honrar y enorgullecer su trabajo como la mejor madre del planeta.

Para la desgracia de todos, su mamá falleció cuatro años atrás debido a complicaciones derivadas de un accidente en auto, ella iba de copiloto en el auto de su compañera de trabajo y el accidente fue un completo desastre. Estuvo internada bajo cuidados intensivos durante semanas, pero justo cuando la esperanza empezaba a florecer mostrando una mejoría y cuando Jiyong pudo mirarla a la ojos débiles de nuevo a pesar de estar conectada a tantos tubos, tuvo una falla respiratoria de un momento a otro y se fue.

Jiyong se sintió desolado, ya no tenía más a su mamá, ella lo era absolutamente todo para él, incluso fue esa mejor amiga que lo alentaba constantemente con el chico que le gustaba, Seunghyun claramente. Su papá también murió, pero pasó cuando él apenas tenia un año, por lo que no tuvo la oportunidad de crear recuerdos que Jiyong pudiera atesorar y proyectar cada vez que quisiera.

Finalmente su adorado tío y su angelical esposa, se hicieron cargo de él. Taeho amaba al pequeño de su hermana como si fuera el suyo. Se prometió que nunca le haría falta nada, ni sería lastimado por nadie.

- Disimulas muy mal, Tasmania - Hyorin abrazo al pequeño cuerpo contra el suyo, lo sentía tan como un bebé que no soportaba verlo llorar.

- Estoy muy feliz, Hyorin noona, claramente me hubiera gustado tener a mi mamá, pero estoy seguro de que ella ha estado viendo mi amor y felicidad crecer con el paso de los años. Ha estado al tanto de todo. - Jiyong sonrió como si nunca hubiera sentido la tristeza y la pérdida.

No era posible que alguien fuera tan puro y hermoso, como un ángel al que Dios sólo mandó por un tiempo, para que cumpla un propósito y después lo reclame de vuelta dejando un cambio en cada huella hecha.

- Y lo seguirá estando por siempre - Dio un pequeño beso en la suave mejilla de Jiyong y aplaudió para obligarlo a parar - Ahora, vamos a meterte en ese traje para que le enseñes a Seunghyun como ser un buen esposo - El rostro de Jiyong se volvió a iluminar como ya era habitual cada vez que nombraban a Seung y corrió por su cámara para tomarse una foto antes de que empezaran a matizar un poco su rostro.

- ¿Seunghyun deberá estar tan feliz como yo? - Se preguntó a sí mismo en un simple susurro. Y no tardó en darlo por hecho.

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La arcada de Seunghyun se escuchó desde afuera, justo cuando Taeho abría la puerta del baño para verlo de rodillas abrazando el inodoro y vomitando hasta el alma.

- No es el fin del mundo, deberías sentirte afortunado. No lo vayas a arruinar, Seunghyun. - Taeho le advirtió con la misma voz serena con la que solía hablarle, a pesar de conocer el temperamento y la actitud del joven hombre, nunca fueron motivo para no tratar de ayudarlo a ser mejor persona.