2: Infidelidades.

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××/××/2018

Quizás el inicio esté totalmente eliminado de mi cabeza, pero recuerdo bien que estaba en el living-cocina de mi casa, aunque en lugar de hornos, muebles, estantes, vasos o platos; habían mesas de estudiante (de esas pequeñas que siempre tienen las escuelas argentinas), todas acomodadas de una forma en la que se hicieran grupos de cuatro persona, habían chicos parados, sentados, haciendo boludeces o arriba de las mesas, todos charlando entre si, menos yo.

Yo estaba sentada, casi ida del mundo, me hablaban y yo solo sonreía incómoda y desviaba la vista hacía un punto en especial; una esquina donde, en aquél tiempo mi pareja, estaba hablando muy pegado a una chica rubia, voluptuosa, de labios carnosos y muy rosaditos, ojos claros y ropa de muy buena calidad. Yo miraba esa escena con una horrible sensación, sabía que algo iba mal, sabía que ellos no estaban ahí con intenciones de ser amigos, pero no hacía nada más que observar atenta toda la situación, no porque pensaba que no valía la pena, sino porque no era capaz de encararlo.

El estómago se me revolvia mientras miraba que a cada momento los roces aumentaban, me sentía impotente y peor aún, sentía que quién iba a estar mal iba a ser yo si iba a reclamar respeto a nuestra relación de ya como medio año o un poco más; "no puedo controlar a mi pareja, los celos son algo tóxico y debería dejarlo vivir." sí... Sin dudas yo era una molestia en esa situación, así que me la aguante, aguante mis celos, aguante mis ganas de llorar, aguante el impulso de tomar a mi pareja del brazo y llevarmelo lejos porque sería tóxico de mi parte reclamarle. Entonces los roces siguieron y de roces se comenzaron a volver besos, uno, dos, tres, cuatro o más y yo seguía ahí con la idea de que no debía meterme ¿Cuál iba a ser mi límite? ¿Tenía un límite?

A más se intensificaban los besos más ganas de llorar tenía, me sentía ridícula porque no era capaz de controlar mis celos, porque todos veían que era patética, aunque siendo sincero no parecía que les importase mucho lo que me pasaba o pasaba en mi relación.

En un momento mi pareja tomo a esa rubia desconocida de la mano y subieron por unas escaleras al segundo piso con claras intenciones de poder conocerse "más a fondo" ¿Y saben qué? Se escuchaba bastante bien como comenzaban a conocerse, yo los escuchaba, todos lo escuchaban, por eso mismo esperaba ina9 reacción del resto, algo de apoyo, un "No pasa nada" pero no, todos estaban en su mundo, como si no escucharan nada o como si lo supieran desde antes. Ya no aguantaba más y las lágrimas empezaron a caer a montones, estuve así por unos minutos hasta que una chica me tomo del hombro, y me dijo "No están haciendo nada" y, aunque sabía que me mentía por compasión, era todo lo que quería escuchar, era la realidad que quería vivir.

"Soñar que su pareja le está siendo infiel, es de buen augurio, ya que significa felicidad con su pareja, reforzamiento de los lazos de la pareja, bienestar familiar...

Soñar que su pareja le es infiel mientras están separados o están viviendo una crisis de pareja, significaría reconciliación y felicidad."

Yo creo que más que buen augurio (realmente me parece gracioso que esto sea buen augurio) o cualquier otra cosa mística viene encadenado a un fuerte complejo y desconfianza por el otro, la idea de que como no sos una rubia 90 60 90 te va a cambiar a la mínima que vea a otra chica más atractiva, y el hecho de que no hiciera nada para encararlo era más porque no creía que alguien más pudiese quererme tanto como él podría hacerlo, por lo que prefería ser un cornudo a estar soltero.

Algo gracioso o triste es que a los meses me enteré de que mi pareja me estaba siendo infiel, aunque no con una rubia voluptuosa, más bien todo lo contrario y la situación, metafóricamente, fue bastante similar, JEJEJE.

Sueños pedorros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora