La filibustera

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Luego de un breve viaje por el mar, el joven holandés de largo cabello del color de la noche y sus compañeros logran llegar a la famosa isla que era la guarida de los piratas que atacaban naves y ciudades españolas.

Una vez atracada la piragua sobre las arenas de la playa, los navegantes se dirigen hacia el tugurio de la isla, donde para ellos era muy bullicioso, lleno de borrachos, buscapleitos y ociosos de todos las colores de piel, además de todas las nacionalidades. Para ellos era un lugar donde no había ley e Inu dijo:

-Debemos ir a la taberna, ahí encontraremos información.

-¿Nos dedicaremos a la piratería?-Pregunta uno.

-Solo tenemos esa piragua no más-Dijo otro.

-Mejor compraremos algunas cosas.

Con el dinero que llevaban consigo, Inu y sus compañeros compraron algunas armas, además de algo de ropa para lucir bien, tal como lo hacían aquellos pendencieros habitantes de la isla.

Al caer el sol, ingresan a la taberna donde beben algunos tragos de ron incluso algo de comida que se cocinaba en el lugar y de pronto vieron a unos bucaneros formando fila y aquel muchacho les dijo:

-Es nuestra oportunidad, formaremos parte de una tripulación.

-Espero que tengamos suerte-Dijo uno inseguro.

Al llegar su turno, fueron recibidos por una niña de once años que anotaba los nombres y registraban las firmas, a Inuyasha le sorprendió y le preguntó:

-¿Quién es tu capitán?

-Mi hermana-Responde.

-Sí, soy yo-Responde aquella mujer joven bella con largo cabello negro atado y bien vestida con estilo varonil, el joven quedo sorprendido.

Al anotar su nombre y firmar, un hombre calvo con bigote de nombre Meindert lo llama para sentarse junto con la capitana. Su nombre era Kikyo y su hermana menor se llamaba Kaede y desde hace pocos años iniciaba sus actividades de piratería.

La capitana se acerca a Inuyasha y le dice:

-Veo que eres un muchacho vigoroso y eres el tipo de hombre que quiero en mi tripulación.

-Si tú lo dices-Responde.

-¿Cómo llegaste a Tortuga?

-Es una larga historia.

-Tengo tiempo suficiente para oírla.

-Así fue: era marinero para la marina holandesa, hasta que los ingleses me capturaron y me hicieron esclavo, vine hasta esta parte del mundo, pero decidí huir de una plantación cubana, y aquí estoy.

-¡Vaya, que valiente! Te invito a sentarte junto con nosotros.

Mientras bebían tragos de ron y comían un plato especial preparado por el cocinero de la taberna, la capitana le contaba lo siguiente:

-Mi hermana y yo nos criamos en el Caribe, donde entrenamos para defendernos, hasta que un día nos capturaron unos esclavistas, del cual logramos hacer un motín y huir, aunque capturamos un barco y nos hicimos piratas.

-Ahora veo que ser un esclavo es abominable-Dijo Inu.

-Ser pirata es la opción de muchos de los esclavos que reclutamos, ya que fueron testigos de malos tratos y castigos.

-Y eligen ser libres antes que seguir siendo propiedad de alguien-Interviene Kaede.

-Claro, además que quería compartir esto con ustedes.

En ese momento, la capitana extiende una carta marítima sobre la mesa para mostrarles algunos puertos españoles para atacar, ya que ha estado averiguando el paradero de un buen botín que valga la pena.

Pero cerca de ellos, había dos sujetos que los miraban desde su mesa, algo que le caía mal a Inuyasha, del cual estos se pusieron de pie y se retiraron del lugar.

Al servicio de la filibusteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora