Happy Hotel: introducción

615 47 32
                                    


Después del alboroto en la televisión con Katie K. y la inesperada llegada del demonio de la radio "Alastor" al Hotel todo se había vuelto muy confuso. Por un lado, las cosas en el Hotel iban bastante bien. Alastor trajo consigo dos ayudantes para aumentar la productividad del lugar; Husk, un demonio alcohólico y amargado con apariencia de gato que se encargaría de recepcionar el bar y Niffty, una cíclope bastante tierna y pequeña obsesionada con el orden y la limpieza que se encargaría de limpiar el Hotel.

Vaggie desde el primer momento rechazó la idea de que Alastor ayudara o si quiera se acercara al Hotel, y por lo mismo, últimamente ha estado un poco distante conmigo... Pero sincéramente, después de la horrible reputación que dejé frente a todo el infierno, siento que no tengo otra opción.
Además, ¿Qué podría salir mal? No le dí la mano, no intercambiamos sangre, no le dí mi alma ni mucho menos los papeles del Hotel. Sólo fue un acuerdo de "palabra", tal vez Vaggie sólo estaba exagerando, no debería comportarse así... O al menos eso creo.

Hundida entre sus pensamientos, Charlie caminaba de un lado a otro, mientras que Niffty corría con una escoba sacando el polvo y poniendo las cosas en su lugar.

- ¡Con cuidado, voy pasando!- Dijo la pequeña cíclope, sin una gota de sudor.

Charlie no estaba dentro de sí, se sentía vacía. Vaggie había salido a caminar hace un rato; una hora y 4 minutos para ser exactos. Y Angel Dust..

- Hola guapetón, ¿Qué te parece si nos largamos de aquí y me invitas a un motel? - Dijo el chico, mirando pícaramente a Husk desde el mesón.

- ¿Por qué no mejor te vas a joder a otro lado? - Respondió el gato, sonriendo cínicamente.

- ¡Ay! Disculpame, cariño. Pensé que se te había ido el periodo - Concluyó guiñandole un ojo.

Bueno, definitivamente estaba sola, o al menos así se sentía.
Charlie dio un suspiro y comenzó a admirar el Hotel mientras caminaba a paso lento, intentando ser positiva. Este mismo estaba precioso, mucho mejor de como se lo hubiese imaginado. Y todo gracias a..

- ¡Uh!..- La chica de cabellos dorados fue interrumpida al chocar contra algo.

- ¡Hola, probando! ¿¡Acaso soy invisible, señorita!? - Era Alastor, el cual inclinó su sonriente cabeza hacia un lado mientras observaba a Charlie

- ¡Ah! ¡Disculpa, en verdad! estaba pensando en muchas cosas y no te ví.. Uh, me diste un gran susto. - Respondió la rubia, suspirando.

- ¡JA! No creo ser tan feo. ¡En todo caso! ¿¡En qué pensabas, cosas dignas de la princesa del.. INFIERNO?! - Al decir esto último su sonrisa se puso tetricamente tensa, a la par que se acercaba al rostro de la chica.

Charlie sólo se quedó en silencio, perpleja, y comenzó a reír de los nervios. En ese mismo momento, Alastor volvió en si mismo y comenzó a reír con ella.

- ¡JAJAJAJA! ¡Sólo era una broma! No te pongas tensa - Comentó, dándole una palmada en la espalda.
- Sé perfectamente que estás así por.. La chica gris - Agregó.

Charlie abrió los ojos brillosos y se le quedó observando.
- ¿Te refieres a mi novia, Vaggie? -

- Supongo ¡JAJA! Al parecer no le agrado mucho, y al parecer, se ha alejado de tí.. ¿Me equivoco? -
Comentó Alastor, comenzando a caminar alrededor de Charlie sin quitar la sonrisa de su rostro.

- Sí... Ella desconfía de tí. Me ha dicho muchas cosas confusas y la verdad, no sé que hacer - Dijo Charlie, poniéndose las manos en la frente.
- Todo es tan confuso, pareciera que en verdad estás ayudando pero..-

Alastor sólo la observaba, con su cínica sonrisa en el rostro.

- A eso mismo me refiero.. - La rubia dio un suspiro y se sentó en uno de los sofás que había en la sala.
- Sólo quiero poder confiar, y que todos podamos confiar entre nosotros.. En que todo estará bien.. -

Alastor, sin dejar de mirarla se acercó un poco a ella y le puso la mano en el hombro.
- Escucha niña, eres una dependiente. - Dijo este, serio.

Charlie volteó a verlo desconcertada.

- Si Vaggie tanto te "quisiera" ¿Por qué no deja que te expreses cantando como más te gusta? Ya que según vi, ella siempre lo vio como una mala idea ¿O me equivoco? ¿Por que no deja que te arriesges a los distintos resultados que te puede dar este plano existencial? ¿Por qué no te apoya? - Alastor comenzó a sonreír de una manera macabra, mientras sus ojos se trastornaban a la par que su voz.
- Ella sólo te tiene ahí, como su perra faldera. Porque claro, ¡Que mejor que ser la novia de la princesa del infierno! ¡Y QUE MEJOR QUE PODER MANDARLA! -

- Oye, Alto ahí.. ¡Estás hablando de más! - Dijo la chica rubia levantandose del asiento.

- ¿¡TE HAS OFENDIDO?!- Dijo fuertemente por el parlante.

- No tienes cara con la cual decir esas cosa de Vaggie, ¡siendo que TÚ mismo dijiste que sólo quieres "ayudar"... PARA PODER VERNOS FRACASAR! -

Los ojos de la chica se tornaron levemente rojizos, mientras bajo su cabello se lograba notar como algo comenzaba a emergir, unos pequeños cuernos.

No era la primera vez que Alastor veía a la chica ponerse así, también ocurrió mientras cantaba su canciónsita en el noticiero de Katie K.
Cuando la chica se ponía de esta manera, Alastor sentia una leve atracción hacía ella (Pero aún si saber de qué tipo)

Alastor quería ver más de esa fasceta, necesitaba ver a la verdadera princesa del infierno...

-¡Al menos soy sincero! ¿No?- Dijo Alastor sarcásticamente. Intentándo hacerla enojar más.

- Ella ha sido la única que me ha apoyado en todo, ¡ella núnca me ha dejado de lado! - Sus ojos se habían tornado comoletamente rojos, y parecía que tiraba humo por la boca.

- ¡JAJAJAJA! Claro, y por eso es cortante contigo. Y fue a caminar sin tí hace.. ¿ 2 horas aproximadamente? - El demonio comenzó a reír desenfrenadamente.

De la nada, Charlie sólo se quedó viendo al piso, volviendo a la normalidad, notablemente afectada por las palabras de Alastor.

[Tsk, casi..] Pensó el demonio de la radio.
- Cariño, sólo te estoy abriendo los ojos. Mira, yo no te diré nada más, tú sola debes ver quién es el que tiene la razón aquí. - Comentó el demonio.

-Además... sólo YO logro ver tú verdadero potencial - Alastor le guiñó un ojo a Charlie, y dando media vuelta comenzó a caminar en otra dirección del Hotel.

La chica sólo se quedó quieta, pensando en lo que había pasado, ¿Y si Alastor tenía Razón?..

Chalastor: Una relación planeadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora