Capitulo 2:El león de Nemea

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A la mañana siguiente despertamos preocupados ya que se escuchaban gritos de personas asustadas aparentemente huyendo de algo.
-Que diablos está sucediendo allá afuera-Preguntó Martín molesto por qué toda la noche no pudo dormir por los ronquidos de Franco.
-Hay que averiguarlo-Mencionó Franco mientras se cambiaba.
Entonces rápidamente todos nos cambiamos y sin desayunar salimos a la calle.
La calle estaba infestada de personas asustadas que huían de algo y de policías disparándole a algo.
-No se ustedes pero no creo que sea conveniente averiguar que está pasando ahí, todos se ven muy asustados-Mencionó Isabella bastante asustada.
Pero la verdad es que todos teníamos curiosidad así que caminamos en dirección contraria al resto de las personas sin saber lo que encontraríamos más adelante.
Al llegar a la posición de uno de los policías escuchamos un rugido estruendoso.
Cuando ya toda la gente había evacuado el lugar logramos observar a un enorme león. Medía casi 2 metros de alto y aproximadamente 4 metros de largo pero lo más impresionante de este león no eran sus dimensiones, este león estaba hecho de metal.
El león era terrible, sus ojos eran rojos y tenía toda la boca ensangrentada.
-Ese león es enorme, hay que huir de aquí-Mencionó Isabella con mucho más miedo que antes.
-Claro que no, hay que atacarlo-Exclamó Franco mientras tomaba el arma de un policía que había sido devorado por el león.
-¡Heyyyyy, maldito por aquí!-Gritó Franco mientras le disparaba al león.
-¡Se te safo un tornillo idiota!-Grité desesperado por qué Franco había hecho enojar al león.
-Escapa de ahí Franco-Gritaba Denisse muy alterada y preocupada.
Pero ya era demasiado tarde, el león se encontraba furioso y ya tenía los ojos puestos sobre Franco.
El león finalmente se abalanzó sobre Franco mientras gritaba pidiendo por ayuda aunque él se había involucrado en ese lío.
Cuando pensamos que el león estaba a punto de devorarse a Franco lo único que hizo fue agarrarlo de una pierna y huir hacia las afueras de la ciudad.
-¡¡Espera!!-Grite preocupado por Franco, la verdad era la primera vez que me preocupaba por él.
-Hay que ir tras ese león-Exclamé presuroso.
-¿Acaso te volviste completamente loco? Franco ya está perdido no hay forma de rescatarlo-Exclamó Martín como siempre diciendo cosas pesimistas.
-De hecho creo que sí hay una manera para vencer a ese león-Dijo Denisse bastante segura de lo que decía.
-Muy bien, nos tendrás que explicar en el camino-Mencioné ya listo para emprender la búsqueda del león.
-¿En el camino? Claro que no, no vamos a ir por Franco, el ya está en la línea entre la vida y la muerte-Mencionó Martin bastante serio.
-¿Pero que te motiva a ir por el? Si sabes que en el intento puedes perder la vida-Mencionó Isabella muy preocupada.
-¿Que acaso no es nuestro amigo? Tal vez si sea algo molesto pero el es nuestro amigo.
-Si lo es pero no creo que podamos vencer a un león metálico-Mencionó Martin intentado hacer que recapacitara.
-Cobardes, no son capaces de sacrificarse ni por uno de sus amigos, lo conocemos desde hace mucho tiempo además que perdemos al hacerlo si Tifón al final de todo extinguirá a la raza humana, no se ustedes pero yo iré en su ayuda les guste o no-Exclamé valientemente y dispuesto a ir a matar a ese león o morir en el intento.
Después de estas palabras agarré una bicicleta y emprendí mi búsqueda siguiendo el rastro de sangre que había dejado el león, pero no sin antes tomar algunas provisiones.
-No podemos dejar que enfrente a ese león solo-Dijo Denisse dispuesta a seguirme.
-El tiene razón, tal vez sea una aventura sin retorno pero valdrá la pena-Mencionó Denisse uniéndose a mi causa.
-¿Acaso las dos perdieron la cabeza? ¿Ya olvidaron que no tenemos frente a ese león ninguna posibilidad?-Preguntó Martín enojado.
-No, pero ya recordamos que Franco es nuestro amigo y no lo vamos a dejar morir así de fácil-Exclamó Denisse lista para emprender la búsqueda junto con Isabella.
-Esta bien, iré con ustedes aunque ya saben los riesgos y que las posibilidades de triunfar son nulas-Dijo Martín decaído sabiendo que no sobreviviriamos.
-¡¡Thiago!!¡¡Espera!!-Gritaron Denisse e Isabella.
En ese momento detuve la bicicleta y pregunté.
-¿Acaso ya cambiaron de opinión?-Pregunté algo molesto con su anterior decisión.
-Asi es, te vamos a acompañar a rescatar a Franco-Mencionó Isabella arrepentida por su anterior decisión.
Entonces ellos tomaron también unas bicicletas y emprendimos ya todos juntos el viaje para buscar al león y salvar a Franco.
Tomamos más provisiones y empezamos a seguir el rastro de sangre por los caminos pavimentados hasta que el rastro de sangre salió de la carretera y se dirigió hacia un cerro cercano a la ciudad.
En ese momento dejamos las bicicletas y nos adentramos en los pastizales a pie.
-Oye Denisse ahora que lo recuerdo ¿Como podemos vencer a ese león?-
Pregunté muy intrigado de saber cómo podriamos vencerlo.
-Bueno, les explicaré; primero que nada aparentemente nos estamos enfrentando al león de Nemea, según el mito griego, extrangular al león de Nemea con las manos fué uno de los 12 trabajos que Hércules tuvo que hacer para ser perdonado después de asesinar a su esposa, a sus hijos y a dos de sus sobrinos. Se cuenta que la piel del león de Nemea no se podía penetrar con ninguna clase de arma, Hércules además de tener que matarlo tenía que quitarle su piel la cual después de matarlo la uso como armadura. Finalmente al león como recompensa, los dioses lo hicieron constelación la cual es la actual constelación de Leo-Mencionó Denisse mientras seguíamos caminando a través de los pastizales.
-¿Entonces lo único que debemos hacer es extrangular al león?-Pregunté por la simpleza de aquel plan, aunque la parte difícil sería extrangulárlo por su enorme tamaño.
-Pero eso es imposible, es un león que está hecho de metal, no podemos extrangularlo-Mencionó Martin bastante pesimista como siempre aunque con un buen punto.
-Entonces tal vez podemos aplastarlo-
Mencionó Isabella intentando solucionar el problema.
-¿Y con que se supone que lo vamos a aplastar?¿Con una roca?-Preguntó Martin.
-Probablemente-Mencionó Isabella.
Tardamos aproximadamente media hora en subir hasta la cima del cerro siguiendo el rastro de sangre.
-Miren,una cueva-Dije sorprendido.
Cuando todos lograron observarla cueva decendimos hacia la cueva.
Al llegar a la entrada de la cueva dejamos las provisiones detrás de unas rocas.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2019 ⏰

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