No es lo que crees

Profesora

Ya en clases Tom tomó lugar en el medio de la sala, para pasar desapercibido de la mirada de todos e incluso de la misma profesora. Sonó el timbre, todos se encontraban ya en sus lugares, hubo un breve silencio y de repente las puertas se abrieron de par en par. Entro Alice, con gran autoridad, causando que a más de uno de los estudiantes le dieran escalofríos, cuando llego al escritorio las puertas se volvieron a abrir, ahora entro una chica, que había llegado atrasada.

- Usted señorita, quédese ahí. -Dijo Alice con voz firme-

La chica sin saber que hacer solo le hizo obedeció un poco temblorosa.

- Para poder ganar un caso la puntualidad es fundamental, si usted no es capaz de serlo, tenga por segura que no llegara a ningún lado y ninguno de ustedes. -Dijo finalmente al resto de los estudiantes-

- Vaya a tomar asiento. -Finalizó-

Comenzó la clase, explicó varios temas importantes, advirtió que escogería a 3 de la clase los cuales tendrás beneficios a futuro, pero para esto debían superarse día a día, dio un trabajo donde se simulaba un caso donde debían resolverlo y ganarlo con plazo hasta el día siguiente quedando muchos desconcertados, pero con ganas de realizar el desafío. Al sonar el timbre todos se retiraron, Tom logró con éxito su primer día sin estar en la mirada de todos, se dirigió a su casa tomando la micro de siempre, la cual lo dejaba una cuadra antes. Llegó, saludó a su perro, le dio de comer y se dirigió a su pieza para comenzar con el trabajo.

Eran las 18:00 cuando se dispuso a realizarlo; leyó, indagó, pero no hubo resultados, logrando que finalmente consiguiera más dudas de las que tenía antes. De la nada se le ocurrió una gran idea, le pareció tonta, pero no perdía nada.

Tomó un polerón, sus llaves y se dirigió a la casa de Alice. Al llegar vio la puerta abierta, sin hacer ruido entró al hogar y divisó una luz que provenía de la cocina, al acercarse vio a Alice con otro hombre. Se quedó parado en el marco de la puerta observando la escena hasta que los protagonistas notaron su presencia, al darse cuenta de que lo estaban viendo decidido irse lo más rápido que pudo, pero fue detenido por su profesora.

- Deténganse Tom, no es lo que usted cree. -Dijo Alice nerviosa-

- No debí entrar, solo venia por ayuda sobre el trabajo, pero ya es tarde, me debo ir. -Dijo Tom para escusarse y evitar más problemas-

- Olvide el trabajo, mañana hablaremos con más calma, pero le ruego que no comente lo que vio con nadie. -Dijo Alice mientras Tom abría la puerta-

- Esta bien, bueno, me voy, descanse. -Dijo Tom cerrando la puerta-

Cuando por fin Tom se encontraba afuera dio un gran suspiro, no comprendió mucho la situación, ni menos que la profesora le pida discreción. ¿Por qué avergonzarse de estar con su esposo? ¿Acaso estaba siendo infiel? Pensó Tom.