Capítulo 35.

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[...]

"

Juguemos a que yo doy todo por ti,
luego yo me enamoro y tú no. Solo disimulas que lo haces y luego tú me engañas."

Jongin detestaba esas películas de amor que Kyungsoo y sus hermanas miraban y se la pasaban llorando o suspirando por horas.

Cuando Kyungsoo le decía:

-Innie, miremos una película...

Él sabía que se refería a esas películas donde todo es romance y se la pasan besuqueándose durante la mitad de ella para que luego se engañen y al final se perdonen.

Ridículo.
Muy cliché.
Jongin se las sabía todas.

Lo que nunca previó fue que su propio novio lo engañaría con la persona que decía ser su amigo. (O con el que lo intentaba ser).

¿Desde cuándo había entrado él mismo en acción a esas ridículas películas?

Él se sentía en la suya propia; donde él es la versión indefinida de el chico o la chica, debido a que él era el de los pantalones en la relación y porque a él fue al que engañaron.

Nunca se sabe quién es el que engañará, si el chico o la chica. Aunque los chicos tienen más probabilidades de ser infieles... pero las chicas también pueden ser unas hijas de puta si se lo proponen. Ambos son peligrosos.

Jongin no lo sabía a la perfección, pero al menos eso fue lo que Yerim le dijo.
Y hablando de Yerim... ella volteó a ver a su hermano.

Jongin giraba en silencio una moneda que tenía en su mano, perdido en su propio mundo, ido de la película que estaba viendo con sus hermanas y del mundo entero.

Ella odió todo.
Odió ver así a su hermano, odió que él se estuviera ahogando y no pidiera auxilio. Odió que su hermano no demostrase ningún sentimiento alguno más que solo de odio.

Él no lloraba.
Tampoco pedía ayuda.
No decía nada más que solo un "estoy bien" y tampoco decía cómo estaba tomando todo.

Ella y su hermana habían ido a Seúl para visitarlo. Cuando llegaron, fue Baekhyun el que les contó lo sucedido con Kyungsoo, porque de lo contrario Jongin no hubiera dicho nada. No entendía cómo existían personas tan privadas con su vida y con sus sentimientos.
Por eso no entiende a Jongin.

-Jongin...

-No quiero hablar de eso, cariño.-le cortó. ¿Cómo sabía de que le hablaría de Kyungsoo? Él ni siquiera la miró, siguió girando la moneda- No tengo ánimos para hablar de él.

Él.
Ahora así se refería de Kyungsoo, como "él", como si fuese algo subnormal.
Ella retuvo un suspiro.

-Solo quería preguntarte qué pensabas...

-En ellos.-y la moneda dejó de girar, porque él dejó de moverla y porque dejó de pensar. Miró a su hermana. Ya no era su hermanita berrinchuda, sino una adolescente. Se preguntó si a ella le gustaba algún chico y si alguno de ellos le habrá roto el corazón-Hablemos de ti.-le sonrió.

Yerim detestaba eso.
Odiaba la manera en la que Jongin era evasivo con sus temas personales y prefería hablar de otras cosas antes que de él.

-Bien.-sonrió ella, pero no del todo-Hablemos de cómo me preocupo por ti.

-O mejor no hablemos.

-No, yo quiero hablar. Y por cierto, ¿Qué tal está Kyungsoo?

Él no lo sabía.
Y eso le atormentó.

𝐏𝐎𝐒𝐄𝐒𝐈𝐕𝐎. [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora