Te recuerdo como algo tan perfecto, como alguien cariñoso, como un amigo y muy bueno.
Que mala memoria tengo, te encargaste de demostrarme todo lo contrario y no lo veía, mejor dicho no quería verlo. Siempre me dijiste que no eras bueno, ni para mí, ni para nadie. Me dijiste como no tenías ninguna intención de hacerme feliz ni de cumplir alguna aspiración conmigo. Me contaste como tampoco lo habías hecho con nadie más y no tenías pensado hacerlo tampoco, porque me dijiste lo egoísta que eras y me mmostraste reiteradas veces como ponias tus intereses delante de cualquiera o cualquier cosa, me dejaste ver hasta lo más profundo de tu alma y me mostraste que no eras feliz y que no ibas a ser capaz de hacer feliz a nadie, pero como siempre yo por una sol demostración de cariño, me aferre. Me aferre como si ya no existiera nadie más como tú, y lo peor es que de personas como tu el mundo está llenó. Pero yo te idialise, me en cerré en mi mente y cree un nuevo tu para satisfacer tus desprecios, para no irme porque me habías demostrado un mínimo cariño, ese afecto casi de lastima. Pero yo no. Lo agrande y te puse en un pedestal, jamás hablaba mal de ti con otras personas, siempre salían cosas buenas de mi boca. Situaciones que ni siquiera habían existido, que estaban en mi mente.
Pero sabes que no importa que tanto yo me había aferrado a ti, conforme pasaba el tiempo tu jugabas con mi mente también, porque hacías que yo me creyera más esa historia que había en mi mente, la alimentabas como un pequeño bebé, para compensar todo lo que hacías tenías detalles pequeños a los cuales obviamente yo los agrandaba y pensaba. "Quizás si sea como me lo imagino, solo le cuesta soltarse y amar". Y no, no es así. Nunca me amaste como imagine, solo me utilizaste cuantas veces pudiste y no puedo ni siquiera quejarme porque yo deje que me utilices, deje que me trates como una sirvienta, saben como me cuesta admitir todo esto. Como cuesta abrir los ojos, porque me negaba a abrirlos, con todas mis fuerzas. Yo quería creer que era él, era él que me sacaría de todos mis infiernos.
¿Y saben por que creía eso?
Porque él hablaba muy bonito y me decía cosas como que era muy hermosa y siempre lo recalcaba, bastó esa pequeña demostración de cariño para que yo me aferrara como nunca a nadie. Solo bastó dos palabras para que el me tenga a sus pies. Y yo de estúpida caí, pero porque yo quize caer. Era mi deceo caer.
Te recuerdo como algo hermoso y idealizado pero no eres así...
