Era un día normal como casi todos los días, y digo casi porque no es tan habitual que me levante temprano y feliz.
Ya voy de camino a la universidad cuando me paro en un semaforo a esperar a que cambie, cuando un tipo no muy mayor de 25 se posiciona a mi lado con una Range Rover de lujo color plateado.
-Madre mía - suelto al ver esta belleza de auto me quedó imprecionada viéndole que no me he dado cuenta cuando el tipo bajó la ventanilla
-Bonita, no? - habla arrogante y con una sonrisa moja bragas.-Si muy hermosa - respondo yo con algo de indiferencia al ver su forma arrogante.
-Así como yo- vuelve y habla el pedazo de idiota
Ya irritada por su forma le respondo con un
- No tu no lo eres- y mostrándole una sonrisa falsa, pero con superioridad y mirándolo sobre encima de mis hombros-Pero que egocéntrica la niña- suelta este acompañado de una risa burlona,
-No, si fuera así sería como tú-Oigo un fuerte bocinazo de un vehículo al lado y es el odiota más grande del mundo... Qué? Mi fuerte es exagerar.
-Ya sé que soy hermoso pero tampoco es para que andes babeando por mi- dice éste.
-Lo que me faltaba que volvieras hablar- veo cuando el semáforo se pone en verde y pongo en marcha mi auto dejando atrás al estúpido y con las palabras en su boca.
Más tarde
Ya llegando a la universidad me encontré en la puerta con mis tres mejores amigos, estos al verme fueron a abrazarme y hablar sin parar yo ya estaba en otro planeta pensando sobre lo sucedido antes de llegar a la universidad -pedazo de tarada- oigo decir a uno de mis amigos y me sacuden por los hombros.
Unas manos chasquean sus dedos en mi cara esto, gruño y los alejo rápidamente, no me gusta que hagan eso en mi cara.-Deja de arrugar, te vas a poner más vieja de lo que ya estás - dice Arlene.
Arlene es mi mejor amiga desde la primaria al igual que los otros, Rose y Arthur.