Capítulo 2

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El sonido de pasos sobre la hierba, su respiración acompasada y el enfundar rápido y elegante de Bichen fue lo único que se escuchó en la espesura del bosque. El atardecer estaba haciéndose presente y Lan Wangji sentía que su lucha fue más complicada de lo que esperaba. Observar el cadáver del demonio que creyó engañarlo disfrazándose de un cultivador del clan Lan le hizo reflexionar sobre su enfrentamiento. El mogwai era todo un especialista en el disfraz, timaba a sus víctimas haciéndose pasar por una mujer bella y matándolas cuando se encontrarán distraídas. En su caso, una bella mujer del clan Lan no era para nada una buena trampa por lo que pudo desviar el primer ataque lo suficientemente rápido para contraatacar. Tras una secuencia de ataques llenos de precisión y elegancia, el demonio fue abatido. Dio pelea, y una muy buena pensó, pero no era lo suficientemente fuerte para derrotarlo. Para Lan Wangji fue un reto de aquellos que no había enfrentado en mucho tiempo, cuando las cacerías nocturnas eran mucho más frecuentes para él.

Sin embargo, algo llamó su atención, limpió a Bichen de la sangre acumulada y una vez enfundada se acercó a unos cuantos árboles frente a él. Su vista se agudizó al ver que se trataba de algo incrustado entre ellos. Unos talismanes invertidos le hicieron entrecerrar los ojos, confundido. No había visto este tipo de talismanes desde la época en que Wei Wuxian se había convertido en el Patriarca Yiling. ¿De dónde habían salido estos? Arrancó uno inspeccionándolo y efectivamente estaba hecho de sangre humana.

La aparición de la amenaza del mogwai, y el encontrar estos talismanes eran sucesos que causaban sospecha. El lugar, el objetivo, el motivo, la distancia, todos estos factores parecían tener conexión. Cerró los ojos por unos segundos. Siempre agradecía el silencio para ganar concentración a lo largo de sus cacerías, sin embargo, sentía que ya no era como antes. Los comentarios inteligentes y a veces infantiles de Wei Wuxian hacían que lo extrañara.

Ajustando la funda de Bichen a su lado y guardando el talismán dentro de su túnica decidió dirigirse rápidamente a Gusu Lan. Quizá su hermano sabría más al respecto, quién fue el emisor de la señal de auxilio en primer lugar, quizá preguntar por algún testigo, así ambos averiguarían la conexión entre estos sucesos.

Un sonido de hojas rompió el hilo de sus pensamientos. Moviéndose atento y precavido se acercó a un pequeño arbusto donde las hojas bailaban de un lado al otro. Lan Wangji tomó el mango de Bichen y antes de poder sacarla de su funda se detuvo al toparse con ese par de ojos negros y redondos devolviéndole la mirada. Pequeño, oscuro como el carbón y con un distintivo lacito rojo adornando una de sus orejas, no había duda de que era uno de los conejos que recibió de regalo. Intentó no alterarse, pero sus pensamientos rápidamente concluyeron que si el pequeño estaba ahí debió ser enviado por Wei Wuxian.

Hincó una rodilla y lo tomó entre sus manos, su expresión estoica se suavizó al sentir cómo rozaba sus rechonchas mejillas contra sus manos. Notó, entonces, que el lacito emitía una luz tenue pero intermitente como si se tratara de una alerta. Una señal más de que su compañero estaba en problemas.

Lan Wangji no tuvo más dudas, guardó al pequeño y emprendió el regresó presuroso. No estaba seguro de la razón, pero presentía que cometió un error. ¿Por qué Wei Wuxian mandaría un mensaje? ¿Acaso todo fue una trampa para dejarlo desprotegido...? Lan Wangji apretó los nudillos frustrado, el conejito negro se encogió más sobre sí mismo al percibir su tensión.

Viajaron usando a Bichen por lo que recorrieron el camino de regreso en menos tiempo. Ya estaban cerca, podía ver su hogar frente a ellos. Al entrar en la cabaña no había señales de Wei Wuxian, tampoco de lucha por lo que no usaron la fuerza. Si fue secuestro entonces fue muy bien planificado, a no ser que Wei Wuxian haya accedido de buena voluntad a marcharse. Conociendo a su pareja, si el enemigo tenía un comportamiento agresivo él se habría defendido, así que debieron convencerlo o coaccionarlo de alguna forma.

Como fuego en la nieve [MDZS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora