Capítulo 3

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–Patriarca, ¿por qué intentas defenderlo? –preguntó Xian Min mientras miraba con furia al cultivador de blanco. –El clan Lan siempre quiso oprimirnos. Todos los clanes se opusieron a nuestras prácticas... incluso lo dejaron solo.

Ante la mención del pasado los ojos dorados de Lan Wangji se oscurecieron. ¿Acaso trataba de incitarlo?

–Hubo una época en que el Patriarca Yiling era mucho más que venerado, los líderes de clanes comprendían las dimensiones de su poder, pero aun así se aprovecharon de eso cuando les convino y luego injustamente se deshicieron de usted. No sabe cómo me arrepiento de no haber estado cuando más nos necesitaba.

Xian Min abrió los brazos señalando a todos los cultivadores que lo seguían. –Todos daríamos la vida por usted. Yo la daría mil veces –aseguró y la frase sonó demasiado íntima.

–Aléjate de él –ordenó Lan Wangji.

–Silencio. No eres nadie para decirme qué hacer, Hanguang-Jun –refutó Xian Min.

Wei Wuxian se colocó en medio de ambos cultivadores, cruzó los brazos intentando parar este sin sentido. –Xian Min, accedí a acompañarte porque quería escuchar lo que tenían que decir. Siento empatía por ustedes, lo reconozco. Desde que vi a todos estos cultivadores supe que se relacionaban de alguna manera conmigo.

–Así es, Patriarca –aseguró Xian Min con emoción.

–Pero dije claramente que no les permitiría herir a gente inocente y menos a Lan Zhan –les recordó.

–Hice lo que te prometí. No he tocado ni un solo cabello de Hanguang-Jun, hasta ahora –respondió con rencor en la voz.

Wei Wuxian entrecerró los ojos. –Xian Min, ¿crees que estoy bromeando?

Fue rápido, el cuerpo de Xian Min terminó azotado por un golpe de energía. No fue tan violento por lo que solo trastabilló y sacudió sus mangas como si nada hubiera sucedido.

Al ver a Wei Wuxian confundido mirando sus manos, Lan Wangji supo que algo andaba mal, la poca energía espiritual en su cuerpo no era normal.

–¡¿Qué significa esto, Xian Min?! –Wei Wuxian intentaba hacer sellos con sus manos, pero algo contenía su poder. Podía ver una cinta traslúcida recorrer sus manos.

–Por favor, no me malinterprete. Jamás pensé en lastimarlo, a usted jamás. Esto es solo un pequeño reductor de energía que desarrollamos en el clan –explicó intentando no inquietar a Wei Wuxian. –Tiene que reconocer que fue inocente de su parte creer que no estaríamos preparado, Patriarca.

Xian Min se acercó al rostro preocupado de Wei Wuxian. –Y ya que es momento de revelaciones, ¿no cree que es momento de decirle a Lan Wangji que no confía en él? – El gesto de Wei Wuxian mostró un inmenso enojo, pero no se amilanó y siguió hablando. –Matarlo durante la misión era el plan original, pero quise ver su cara cuando descubriera que siempre es vigilado por usted. Seguramente piensa que el conejo fue un mensaje de auxilio de su parte, Patriarca. Dígale la verdad, cuéntele que usted nunca deja de vigilarlo usando a ese conejo.

Un hilo de sangre surcó la mejilla de Xian Min, fue tan rápido el ataque de Lan Wangji que apenas pudo esquivarlo. Había escuchado suficiente, no solo había planeado todo esto para alejarlo de Wei Wuxian, sino que se atrevía a intentar sembrar dudas entre ellos. Empuñó a Bichen para terminar con el insolente cultivador, pero Wei Wuxian lo detuvo con una señal.

Xian Min continúo como si nada hubiera ocurrido. –Patriarca, entienda. La única forma de poder conversar tranquilamente sin interrupciones indeseadas era alejando a Hanguang-Jun. El clan Lan lo tiene encadenado, incapaz de poder seguir cultivando. No se da cuenta de que Lan Wangji es solo el instrumento que usan para controlarlo.

Como fuego en la nieve [MDZS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora