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Luego de dejar solo a Liam en la habitación, corrí aún con lágrimas en mis ojos, no aguantaba mis piernas, había corrido por largo lapso de tiempo y mis piernas ya no resistían.

Quería llegar cuanto antes a mi casa, pero a la misma vez ya no quería llegar, lo sé, es contradictorio, pero sabía lo que se venía, el doctor Hood seguramente le había contado todo a papá.

Papá era un hombre rígido y estricto, un hombre audaz y protector con la familia, el típico padre de familia de la época, no le gustaba que lo desobedecieramos y si lo hacíamos su rechazo y vergüenza era nuestro castigo...para él eramos su mayor tesoro.

Estación del Metro, Londres 1943

Decidí caminar hasta la estación del metro, el suave viento otoñal acariciaba mi rostro, mi época favorita del año, me abracé a mi mismo para calmar la sensación del frío.

Llegué a la estación, pagué mi pasaje y continué caminando hasta llegar a los asientos de espera, esperé hasta que al final el metro llegó, me levanté y tomé el vagón que me correspondía.

Mi mente se hallaba perdida en las cosas que papá diría, no quería fallarle, pero ¿tendría que casarme con alguien que no amaba?

-Zayn - esa voz me era conocida, di la vuelta para confirmar y sí, era ella...mi hermana.

-Zayn ¿cómo has estado hermanito? - dijo falsamente, nunca nos llevamos bien, siempre fue la consentida por papá,  desde pequeños ella era mala conmigo, siempre trataba de humillarme y me hacía muchas travesuras y luego se hacía la victima con papá.

-¿Qué haces aquí...Isabella? - me da la sospecha del por qué ella estaría en casa, quería desaparecer por completo, todo estaba bien hasta ahora, ella solían echarme en cara todos sus logro como gran abogada y bueno yo...ni cerca de eso estaba.

-¿No te alegra que esté aquí? Si que has cambiado hermanito tonto - rió un poco - bueno no quiero estar esperando hasta que se te de la gana, camina rápido, no quiero que nos deje el metro.

Me adentré rápido al metro y ella venía detrás mio, con más razones ya no quería estar en casa.

El metro comenzó su recorrido, tomé un asiento a la par de la ventana, me gustaba ver la ciudad, ver jugar a los niños en los parques, mas de alguna pareja de enamorados paseando por ahí, me sentía nostálgico al ver eso.

El ruido de las ruedas del metro deteniéndose me avisaba de que ya había llegado, me levanté de donde iba y salí del vagón.

Cada vez estaba más cerca de casa, y las estúpida de isabella iba detrás de mi, di la vuelta en una esquina que lleva hacia la mansión familiar, ahí pude divisar la fachada de la mansión.

El coche de papá no estaba, me sentía aliviado por el momento, llegué a la puerta y toqué repetidamente hasta que al final abrieron, era mi nana Rosie.

-Joven zayn - sonrió felizmente y me abrazó, yo correspondí el abrazo, al menos eso me había alegrado.

-Hola rosie ¿qué tal? - dije con un enorme sonrisa.

-Muy bien pequeño, no ha pasado nada malo gracias al cielo, me alegro que ya hayas vuelto ¿cómo te fue...?

Rosie tuvo que callar al oír la irritable voz de mi hermana.

-¡Vaya! Al parecer en esta casa se han perdido los valores - habló seriamente - tú criada - señaló a rosie - lleva esta maleta a mi habitación.

-No le hables así Isabella - me enojé, no me gustaba que le hablara así a mi nana, rosie siempre fue muy buena conmigo y con ella, aunque Isabella siempre fue muy idiota con ella - Lleva tú esa maleta ¿qué tanto te pesa? - pregunté irritado.

War Zone [Ziam] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora