Habia pasado un tiempo desde que tanto kunou y yasaka, habian visitado la estatua claro que kunou se escapaba de casa para ver la estatua de su figura paterna, mientras eso pasaba, en kuoh mas especifico en la academia se estaba llevando a cabo un evento especial.
Issei le pareció extraño que su misma presidenta, del ahora club el cual se unió por obligación le dijera que el era un demonio, no solo el si no cada mienbro del club.
Para issei esto era total mente extraño, pero contal de cumplir su sueño de ser el rey del harem, con sus sirvientas, claro que para eso tendra que ascender a demonio de clase alta.
-lugar: tokio, horario: tarde-
Mientras kunou paseaba por la ciudad, no pudo evitar ver como algunos chicos le lanzaban a la estatua de Naruto unos huevos, solo por diversion.
-jajaja, no pense que tirar estos huevos a esa estatua fuera más divertido que golpear a aquel perro-dijo el chico que al parecer el y sus amigos eran de un grupo de delincuentes jovenes, que sin saberlo estaban enojando a la pequeña kitsune.
Kunou al ver como le tiraban huevos a su figura paterna, se les acerco y empujo al que parecia ser el lider del grupo de 3 personas, esta accion llamo la atencion del grupo quienes miraban enojados a la niña.
El lider del grupo de 3 se levanto, enojado agarro a kunou de su kimono sacerdotal para levantarla y comenzar a amenazarla.
-y tu niña nunca te han dicho que debes respetar a tus mayores?-dijo el líder mientras sostenía a kunou con ambas manos en el aire.
-s..si p..pero no tienen el d...derecho de decir eso, s..solo quiero que dejen la estatua en honor d..de mi p...padre-dijo la niña con unas pequeñas lagrimas al ver que no podía ocupar sus podres, ya que si lo hacia llamaría la atención de las personas del alrededor.
- tu padre?,te vez tan patética en defender algo que ya esta muerto y que nunca sabrá de tu existencia-dijo el complice pegando duramente en los sentimientos de kunou.
Kunou al escucharlo no pudo hacer mas que derramar unas lagrimas, ya que en parte tenia razon despues de todo, solo era una niña con delirios de tener un padre.
-m...mientes s..se que aunque no lo conozca el me cuida-dijo kunou la cual derramaba lagrimas de amargura por dichas palabras.
--jajaja, que patético bueno es hora de castigar a la niña ya que al parecer la puta de tu madre, jamás te educó y se muy bien como ayudar en eso- dijo el lider mientras se llevan a kunou lejos del publico quienes no podian hacer nada, ya que al parecer los otros dos seguidores tenian armas de fuego.
Sin que nadie pudiera hacer nada en el momento, pero otras personas trataron de llamar a la policia para aun que sea las autoridades pudieran ayudar, lastimosamente los policías estaban ocupados gracias a un robo a gran escala de un banco.
Kunou no pudo hacer mas que temer a lo que se venia, sin que se den cuenta la misma mano cerrada de la estatua hizo que dos de sus dedos, se levantaran y señalaran al suelo, solo para que una explocion de humo se viera y desapareciera sin mostrar que paso y claro haciendo que las personas pensaran que fue broma de esos mismos delincuentes.
-ok si no estoy mal se fueron hacia ese callejon- dijo una figura masculina la cual gracias a los rayos del sol no se distinguía el rostro solo su cabello rubio el cual ondeaba con el viento,-falta poco para el despertar del jefe- dijo la figura par ir hacia el callejón y salvar a kunou.
Mientras el se dirigía donde se encontraba kunou, solo para ver como la tenian amarrada mientras la golpeaban, aunque kunou trato de defenderse ya que al estar lejos ya podria ocupar sus poderes, para mala suerte de ella no pudo ya que al parecer un cuarto integrante del grupo se les unio siendo este un yokai, renegado el cual sello los poderes de kunou.