Capitulo 6

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Una voz de repente sonó. Chu Qiao se giró hacia la multitud y vio a un chico que servía en el estudio de un erudito hablando en alto con tono arrogante. No mucho más lejos, un adolescente con larga y esbelta figura con una túnica verde oscuro estaba de pie ante la Corte

con su espalda a la multitud. A su lado, estaban cuatro seguidores.

Zhu Shun quedó atónito. Girando su cabeza apresuradamente, se inclinó patéticamente, muy por debajo de su entrepierna. Asintió mientras se inclinaba.

—Alteza Real Yan, mis hombres no estaban bien disciplinados, haciendo tonterías ante Su Alteza Real.

—¿Qué es más importante: la disciplina de tus sirvientes o Su Alteza Real? Zhu Shun, creo que debes estar loco.

Zhu Shun fue tomado por sorpresa. Se puso de rodillas y empezó a doblegarse, a toda prisa diciendo:

—No osaría... No osaría, no sabía que estaba equivocado.

El joven asistente hizo una mueca.

—Si sabes tu error, ¿qué haces aún aquí?

Tras oír eso, Zhu Shun se alzó de repente, corriendo al estudio de Zhuge Huai.

Los sirvientes en la Casa se retiraron a una esquina. Uno de ellos dijo con cautela:

—¿Puedo invitar a Su Alteza Real Yan a esperar en el vestíbulo to wait in the hall?—

El adolescente vestido con túnica asintió y se giró lentamente, sus ojos oscuros analizando sus alrededores. Cuando vio a Chu Qiao, sus ojos se estrecharon, mientras recordaba una cosa o dos. Fue directo a ella.

Chu Qiao permaneció calmada y retrocedió dos pasoscautelosamente. Cuando Yan Xun la vio retirarse, se detuvo y pensó durante unrato. Sacó una botella de porcelana blanca del bolsillo en las mangas. Imágenesde delicadas orquídeas fueron grabadas en él. El adolescente se acercó con labotella en la mano y asintió, indicándole que tomara la botella. Chu Qiao alzó la mirada y la bajó hacia Yan Xun, y la escena de la arena de caza destelló en sus ojos. Se levantó de suelo con precaución.

Yan Xun estaba aturdido. Inmediatamente, sus labios se arquearon y formaron una sonrisa, inclinándose para dejar la botella gentilmente en el suelo. Después, se giró y dirigió a sus seguidores al vestíbulo. 

—Urgh. —Un ligero gruñido pudo oírse tras ella. Xiao Qi apenas vio los rasgos de Chu Qiao. Su voz tan suave como un mosquito, con temor, gritó:

—Hermana Yue Er, Xiao Qi... ¿se muere Xiao Qi?

Chu Qiao se arrodilló y cogió la botella de porcelana. Los músculos se apretaron por todo su cuerpo, y ella miró tristemente hacia la casa principal de la Residencia Zhuge. Ella dijo lenta y firmemente:

—Xiao Qi, te aseguro que estarás bien.

Llevando a Xiao Qi, corrió de vuelta al patio de los esclavos, corriendo al cuarto y limpiando la herida antes de vendarla. La medicina que Yan Xun le había dado fue muy efectiva. No solo podía detener el sangrado, sino también tenía un efecto analgésico. Xiao Qi soltó varios hums antes de caer en un profundo sueño.

Xiao Ba, quien había estado enferma todo este tiempo, se despertó y apenas podía levantarse de la cama. Estas niñas estaban traumatizados por todos los incidentes recientes. Nadie pronunció una palabra después de despertarse, mirando a Chu Qiao ocupadamente cuidando a Xiao Qi con un aspecto aturdido como un grupo de tontos.

Se estaba haciendo tarde. Chu Qiao se limpió el sudor de la frente, la herida en su hombro ardiendo de dolor. Se apoyó contra la pared, escuchando los suaves gritos de dolor de Xiao Qi mientras dormía. Se sentía como si alguien hubiera agarrado con fuerza su corazón y lo hubiera arrancado resueltamente, arrojándolo sobre el suelo helado y nevado. Cerrando los ojos, Lin Xi apareció en su mente. El chico que era guapo y puro, el que prometió que la protegería, el que fue golpeado tan brutalmente que quedó irreconocible.

LIBRO PRINCESS AGENTS - PRINCESA VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora