[ Free's Type of boyfriend ] ©

[ Haruka Nanase ]

Asistes a todas sus prácticas, no hay escapatoria.

Haruka siempre demandaba que su novia lo acompañara al complejo deportivo y lo viera entrenar, si bien nunca lo diría de una manera directa y agresiva, convencía a la (H/C) de manera sutil.

—¿Me acompañas? —preguntó por la mañana mientras desayunaban.

—No lo creo, aún tengo que acabar algunos logos —murmuró dándole un sorbo a su café—. Quizás la próxima.

Hubo un silencio, más prolongado que el usual.

—Hay conexión a internet en la piscina —murmuró despreocupado, con un tono poco habitual—.Si no estas  conmigo me sentiré muy solo.

____________ había levantado la cabeza de su tableta en menos de un segundo, viendo fijamente a su novio y regañándolo en su mente por usar aquellos sucios trucos para manipularla

—Te extrañaré.

No caería en sus palabras, ya tenía un plan, estar todo el día echada en el sofá mientras acababa de dibujar y comería helado como almuerzo, no cedería esta vez.

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Ya eran las 17:00 y la luz natural dentro del complejo techado empezaba a desaparecer, el invierno crudo reducía las horas del día. Era la última ronda de practica, darían unas vueltas más y el entrenamiento habría acabado.

No entendía por qué se negaba si siempre terminaba accediendo ante todo lo que su novio dijera.

Aunque no se quejaba, salir de su casa había servido para despejar su mente y llenarse de ideas, pero nunca admitiría que el niño caballa le ayudó en ninguna forma.

____________ se mantenía en una de las gradas, estaba sentada en la segunda y cubría sus piernas con la chaqueta de Haruka.

Sonrió embobada al ver la prenda, tenía el nombre de su novio bordado en la espalda y portaba con orgullo el color rojo y blanco. No podía describir la sensación en su pecho, las Olimpiadas se acercaban tan rápido que ni siquiera se dio cuenta de que el año pronto culminaría.

—¿___________?

La suave voz de Nanase la había sobresaltado, cuando alzó la mirada se encontró con aquellos ojos azules brillando frente a ella.

—Veo que terminaste —murmuró al observar la toalla sobre los hombros del atleta—. ¿Quieres que te espere afuera mientras te duchas?

El chico asintió, pronto el predio sería cerrado, algunas personas ya habían empezado a limpiar—. No demoraré —dijo en voz baja.

Ella había intentado entregarle su chaqueta, pero Haruka se había negado—. ¿Pasa algo?

Nanase se había negado a llevarse la prenda, teniéndola ahora entre sus manos la pasó con suavidad sobre los hombros de su novia—. Tendrás frío afuera.

Estas fueron sus últimas palabras antes de ir hacia las regaderas.

_____________ sonrió torpemente al sentir sus mejillas calientes, con cuidado había tomado los extremos de la chaqueta para evitar que se cayera. Salió a paso lento, acomodando su bolso y despidiéndose de algunos nadadores que iban de paso, solo unos cuantos atletas tenían pareja y las llevaban a las prácticas, aunque ella no hablaba casi con ninguna.

Dentro del predio estaba temperado así que penas puso un pie afuera el frío le pegó en el rostro y las manos al estar descubiertas, por suerte a unos pasos estaba aquella máquina de bebidas color rosa, unas monedas después ya estaba disfrutando de un café caliente, apretó la lata entre sus manos intentando guardar calor.

Después del primer sorbo solo se dedicó a mirar al horizonte en espera de Haruka para poder ir a cenar a algún restaurante, debería buscar alguno en Google Maps, tenía en mente ir a comer ramen, pero era demasiada grasa para la dieta de proteínas de Haruka, aunque suponía que cualquier lugar que sirviera pescado estaría bien para él.

Cuando alzó la vista del celular vio con sorpresa como los integrantes de la Seleccion Nacional de Vóley salían de sus prácticas, todos tenían el mismo uniforme blanquirrojo, y no podía apartar sus ojos del capitán del equipo.

Era un papucho, su rostro parecía tallado por los mismos ángeles.

Lo había seguido con la mirada todo su recorrido, su cabeza había pasado de la izquierda a la derecha sin que se diera cuenta, segundos después su vista fue obstruida por el cuerpo de Haruka.

—¡Haru! —habia soltado un pequeño grito por el susto que le causó verlo aparecer de repente—. Casi me matas.

El azabache había seguido la dirección de la mirada de su mujer, topándose con aquel chico que miraba en su dirección.

_____________ rió por lo bajo, Haruka le había devuelto la mirada al chico de mala gana, podía jurar que él se veía como aquel meme del gato blanco que rondaba Facebook.

—Haru, se hará tarde y oscurecerá aún más, vámonos —propuso la chica, intentando jalar a su novio del brazo pero el seguía mirando al jugador a lo lejos.

Algo reacio, Nanase siguió a su novia después de varios minutos de insistencia.

La había tomado por los hombros para abrazarla mientras caminaban, era cómodo, Haru traía una gabardina muy gruesa para no sentir el cambio de temperatura y esta prenda era demasiado suave.

Rió ante lo cotidiana que era esta situación, Haruka insistiendo porque vaya a sus prácticas, viendo mal a otros hombres y luego él sin poder despegarse de su lado.

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¡Olvidé publicar la foto del capitán!

ES UN PAPUCHO.