Al terminar de cantar, me acosté en el pecho de Mateo, el empezó acariciar mi pelo, luego acarició mi mejilla y luego tocó mi boca para besarme.
Mateo: Amo tu voz, sos tan hermosa.
Lu: Te amo.
Nuestras bocas se unieron en un solo, nos empezamos a besar de manera feroz y con pasión.
Mateo pegaba su cuerpo con el mío, nada ni nadie podía separarnos en este instante.
Paso a besarme el cuello, poco a poco sus besos fueron bajando a mis pechos, por mi panza, mi ombligo.
Se paró en mi ropa interior, me miró y bajó despacio la tanga, mientras no apartaba su miraba de mi.
Una vez que lo saco, comenzó a dejar pequeños besos en mi muslo, comenzó a subir hasta llegar a mi boca.
Se quitó los pantalones sonriendo, agarró un forro y se lo puso, se colocó bien, poco a poco entró en mi, Dios esto se sentía tan bien,
Mateo continuó con el mismo ritmo, duro pero lento, mientras me besaba, y nuevamente bajó a mi cuello a luego a mis pechos,
De un momento a otro, los dos llegamos al clímax, se sintió tan bien.
Dios lo amo.
Lu: Esto se sintió tan bien.
Mateo: Si, pienso lo mismo.
No tardamos en dormirnos, luego de unas horas desperté, lu seguía dormida, le di un beso en la frente, pero noté que tenia la frente muy caliente, prendi la luz ya que era de noche y pude ver lo blanca que estaba.
Mateo: Amor la llamé para que se despertará.
Fui a la cocina para buscar su tanque de oxígeno ya que no te que no podía respirar. Como puse se lo puse y llamé al doctor.
Acabo de unos minutos llego.
Doctor: Es normal, no te preocupes, debes saber que sus debejas se bajan, lo único que te pido es que agregues una sesión de la quimioterapias, que sean dos por semanas debes de una, de esa forma se reducirá más rápido y podremos operarla.
Mateo: Esta bien Ezequiel, gracias.
Ezequiel: Tranquilo, ella estará bien, cualquier cosas me vuelves a llamar.
Acompañe a Ezequiel a la puerta, luego fui a preparar algo para comer, cuando estaba poniendo la mesa veo a lu en la puerta observándome.
Lu: Gracias...
Mateo: ¿Por qué? Es lo que haría cualquiera...
Lu: No, tú me proteges otros te dejarían. Créeme.
Me acerqué a ella y la abracé.
Mateo: Oye, jamás te dejaría sola y menos ahora.
Lu: En las buenas y en la malas.
Mateo: Siempre. Ahora lamento interrumpir el momento cursi pero tenes comer algo.
Lu: Nuu, no tengo hambre. Hizo puchero.
Mateo: Pero gorda no comiste nada.
Lu: Pero me dan náuseas.
Mateo: Lose amor, pero si no comes, vas a empeorar.
Lu: Uffa está bien, solo por vos.
Comi muy poco, aunque la pizza que preparo estaba riquísima no me entró, sentía que iba a vomitar, malditas defensas...
Mateo: ¿Sabes que estaba pensando? Pregunto Mateo mientras levantaba los platos.
Lu: ¿En qué?
Mateo: Podrías escribir una canción sobre el cáncer, para el evento que querés armar.
Lu: solo si la cantas conmigo
Mateo: Obvio, me encantaría.
Lu: Ven ayúdame a escribirla
Subimos al cuarto y nos sentamos en el piso ¿Por qué? Por qué era más divertido comenzó a buscar unos acordes que le gustaban, agarró su cuaderno y empezó a escribir para luego ver como quedaba con la música...
Hola, nunca esperé que llegaras.
Eres mi mejor amigo, lose, eres tóxico,
Me destruyes cada momento.
Pero sabes una cosa,
Me haces fuertes,
Me ayudas a ser valiente,
Y aunque quisiera no puedes
Separarte de mi, estas dentro de mi cuerpo.
Adelante mátame al fin y al cabo
Sabemos que yo terminaré ganando.
Estoy aprendiendo a vivir contigo.
No te preocupes, estoy sobreviviendo
Al final de cuentas, ambos sabemos
Que nuestra amistad no es para siempre.
Paso una semana, en estos momentos estoy en el hospital, mañana era el evento pero no voy a poder ir, Mateo estuvo viniendo toda la semana y en estos momentos, estoy pensando que soy una carga para el.
Mateo: ¿En qué piensas?
Haz estado mirando ese punto toda la semana.
Ese punto que en realidad es una pared que está cerca de la puerta, por alguna extraña razón me hacía sentir que soy un estorbo en el mundo.
Lu: Mat ¿Estoy siendo estorbo para ti? Dije sin sacar la vista de la pared.
Mateo: Claro que no, no pienses eso.
Lu: ¿Por qué estás conmigo ?
Mateo: Por qué te amo.
Lu: Por qué no puedo creerte. Una lágrima apareció en mi mejilla.
Mateo: ¿De qué hablas?
Lu: Nada, déjalo.
Mateo: Desahogate ¿Que pasa?
Lu: Mirame, estoy muriendo, mi piel esta blanca , con moretones por las agujas, mis ojos grises y con orejas, mi pelo ya no está, intento estar bien y de nuevo las defensas me matan. ¿Que va a pasar contigo si yo muero?
Teo te amo y se que vos a mí, es por eso que no puedo permitirte que sigas entres a mi vida, te lastimaré, tienes que alejarte, no quiero que ve veas así, ya no, por favor.
Mateo: No puedes elegir que es lo correcto para mi, no quiero alejarme, no me alejes de ti, por favor.
Escucharlo decir eso mientras lloraba en partio el corazón, pero no puedo con esto.
Mi mirada seguía en aquella pared, y en su voz podía jurar que escuchaba como lo estaba lastimando.
Lu: Tienes que prometerme algo.
Mateo: No más promesas, basta.
Lu: No, escucha, promete, que si yo muero, estarás dispuesto a enamorarte, que tu corazón no sera de hielo, promete que seguirás en pie, que seguirás con tu vida antes de haberme conocido. Por favor promételo.
Mateo: No...
Mateo: No, no puedes desaparecer de mi vida, ¿A caso el por siempre no vale nada?
Lu: Claro que si. Pero también soy consciente que te estoy haciendo mal.
Mateo: Me estas lastimando alejándote de mi.
Lu: Mi amor, no quiero que me veas morir, no es lindo saber que me estoy muriendo mientras vos sufrís por esto.
Mateo: Si querés alejarte de mi hacelo, pero yo no lo voy hacer, por qué vos no elegís que es lo que quiero en mi vida y das por sentado que te vas a morir sin saber que va a pasar luego.
Sin más que decir me fui, no aguantaba ver como quería alejarse de mi solo por miedo a como voy a estar cuando ella esté muerta, sin que lo esté ahora.
Esa misma noche volvi al hospital, aproveche que estaba durmiendo para protegerla, acaricié su mano y le susurré.
"ESTAS MUERTA POR DENTRO, PERO VIVA POR FUERA" el cáncer te está matando. Pero vos me estas matando a mí.
No te alejes de mi, te lo suplicó.
