Sentir sus besos y caricias era todo lo que podía tener y disfrutar de él. Cuando me acariciaba por debajo de mi ropa interior, y qué decir por debajo de la falda, cuando le sentía por dentro explorando cada esquina recóndita de mi misterioso e inexplorado rincón...Era una explosión de sensaciones para mis sentidos y luces de colores.