Capítulo 1: Bienvenidos al manicomio

128 3 0
                                    


Emma's POV.

Otra mañana empezaba, igual que todos los días, se supone que las personas normales se levantan felices, «o eso creo» pero yo no soy una persona "normal" y mucho menos tengo una vida normal.

Estaba en un profundo sueño hasta que ese maldito sonido me despertó como lo odio, era la alarma del despertador que suena como los mil demonios, se preguntaran por que no suena una linda canción en mi móvil ¿No? es lo común, en fin, como pude abrí mis ojos y divise el despertador, solo basto con sacar mi brazo fuera de las sabanas para mandarlo al piso solo que esta vez sonó algo diferente.

­«espero que este roto en mil pedazos, si no yo misma tomare un martillo y lo romperé hasta que no quede nada»

— ¡Estúpida! — dijo Ben apoyado en la pared de mi habitación, acaso no te piensas disculpar

— Hermano querido nótese el sarcasmo me podrías refrescar la memoria y decirme que hice

— Acabas de lanzar el maldito despertador hacia mi esculturado cuerpo y además son las 7:20 ya vamos tarde al instituto y a diferencia tuya a mi si me interesa llegar temprano, tengo cosas que hacer — lo dijo poniendo su cara de santo

— Oh lo siento, lástima que no te cayo en la cabeza, de pronto así te llegarían más neuronas al cerebro, pero a quien engañamos tú ya no tienes arreglo — le dije con un tono burlesco

Me levanté perezosamente de la cama y di seis pasos hasta quedar al frente de Ben lo miré a los ojos fijamente y me dijo

— Si a mí me faltan las neuronas a ti te hace falta todo un cerebro, apúrate quieres — me puso su cara desafiante y me entrego el despertador

«genial no se rompió definitivamente tiene más vidas que un gato»

Ben se fue no sin antes reírse de mi hermosa cara de zombie, se dirigía a su habitación la cual está al fondo del pasillo, pero nuevamente mi voz lo detuvo

— ¡IMBECIL! — Grite

— lamento que no puedas llegar temprano a hacer tus "cosas" y obviamente no me refiero a los deberes, lo entiendo debe ser molesto que tu linda hermana no te deje ir corriendo a revolcarte con la primera chica que encuentres, y tú y tu pequeño amigo flácido, no van a tener entretenimiento matutino — lo dije mientras me reía como una foca demente

No me di cuenta de que dije todo esto gritando a los cuatro vientos, Alec se encontraba recostado en el barandal de las escaleras mirándome de forma divertida y riéndose de mi comentario

— CALLA...TE ... — dijo Ben pero fue interrumpido por Alec

— Ben, amigo no debes avergonzarte de eso no todos nacieron con una maquina potente ahí abajo — rio, mientras se acercaba a mí y chocamos los puños

«somos un gran equipo como quiero a este chico, algo así son mis mañanas»

Iba a decir algo más, pero sentí sus pasos firmes, su voz fría y seca, se acercaba con su cara neutra, llevaba un pantalón negro, una camisa blanca, su corbata favorita y su gigante reloj dorado

— Emma creo que ya es suficiente mírate aun no estas arreglada vas tarde y en tu primer día, tienes 15 minutos te espero en la cocina — me miro con sus ojos negros mientras señalaba mi habitación no sin antes decir algo más

— En cuanto a ti Ben calma tus hormonas — le salió una pequeña sonrisa que desapareció rápidamente

— Alec deja de estar perdiendo el tiempo en estupideces y concéntrate en el trabajo que para eso es que te pago en cinco minutos te quiero en la oficina hay unos problemas con la mercancía de Gray — nos miró a todos por última vez, checo su móvil y se fue

Besos bajo fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora