Segunda parte, espero les guste...
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Venelana Gremory tenía la impresión de que se movía en una nube. Había momentos en que el dolor era tan intenso que sólo podía llorar.
En otros, lograba hacer a un lado su pena para enfrentarse con el deber temido e inevitable.
Debía avisar a Rias.
"Rias..." El mero hecho de pronunciar su nombre hizo que las lágrimas brotarán nuevamente. No deseaba hacer sufrir a su hija un instante antes de lo necesario.
"Yo la llamaré" se ofreció Misla.
"Gracias, Misla, pero debo ser yo quien se lo diga".
"Oh, hermana, ¿Por qué...?"
"Soy su madre. Debo hacerlo." Venelana poseía una vena de implacabilidad tan poderosa que en ocasiones la asombraba incluso a ella misma. Evadirse por medio de un desmayo o derrumbarse convirtiéndose en una persona inútil eran actitudes poco acordes con su personalidad. Si debía enfrentarse a algo, ella lo hacía. Siempre había sido así, y no pensaba cambiar. Misla e Issei estaban junto a ella. Contaba con
el apoyo de ambos para hacer lo que debía.Sin embargo, permitió que Misla marcara el número de Rias. Ella cogió el auricular con mano temblorosa, y sintió que se le aflojaban las piernas, le acercaron una silla, lo cual fue una bendición para ella, y se sentó.
La voz de su hija sonó feliz a través del auricular.
"¡Hola, mamá! ¡Vaya sorpresa! Si hubieras demorado cinco minutos en llamar no nos habrías encontrado. ¡Nos disponíamos a ir al muelle de los pescadores!"
Oh, Rias, mi querida hija, como desearía no tener que hacerte esto pensó la castaña.
"Querida, lo siento mucho" dijo "Pero tengo que pedirte que regreses a casa. Debo darte una noticia muy triste. Rias, lo siento... a habido un accidente muy grave." Al oírse pronunciar aquellas palabras experimentó una sensación de irrealidad, como si fuera otra persona la que hablaba así acerca de su hijo. "Nuestro querido Sirzerchs... ha muerto."
"Que..., No... Mamá... Oh, Dios..., no..."
Venelana cogió el auricular con las dos manos; deseaba estar juntó a ella, abrazarla, ayudarla a sobrellevar su dolor, pero estaban separadas por tres mil doscientos kilómetros y sólo podía oír el llanto de su hija."¡No, no, no puede ser verdad!"
"Ah, Rias, querida, cómo desearía estar a tu lado." Durante esos terribles minutos, Venelana sentía apenas el brazo de Misla alrededor de sus hombros, y la presencia de Issei juro a ella. " Rias, tendrás que... Tomar el primer..., El primer..." Se echó a llorar y tapó el auricular para que su hija no la oyera. Misla la abrazó e Issei cogió el teléfono.
" Rias, habla Issei Hyodo. Estoy aquí con tu madre y tu tía Misla. Lo siento mucho... Sí, todos estamos conmocionados." La chica habló con la voz entrecortada y distorsionada por el llanto. Hizo preguntas e Issei las respondió. Fueron respuestas difíciles
que su madre no tendría que repetir.Después le dijo.
"Rias, dale el teléfono a Sona." Al comprender que Rias no podía pensar con claridad, le dijo a la otra joven que cambiara los billetes de regreso y volviera a llamarlos, y que él iría al aeropuerto a buscar a Rias cuando llegara su avión. Una vez arreglados
esos detalles, le pasó el auricular a Venelana y oyó la despedida dolorosa."¿Hija?... Sí..., Yo también... Por favor, date prisa." Después de colgar el auricular. Venelana se sintió agotada.
Sin embargo, dijo."Será mejor que llame a Millicas ahora y termine de una vez con todo esto."
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DxD: ¿Puedo Amarte? [IsseixVenelana]
RomanceA.U. En una pequeña ciudad donde todos se conocen, la fatalidad parece haberse ensañado con Venelana Gremory: tras haber perdido a su marido y a su hijo menor, un día le comunican que Sirzerchs, su otro hijo ha muerto en un accidente de moto. Desesp...