DxD: ¿Puedo Amarte? [IsseixVenelana]

Capítulo #6

Capítulo de Fin de Año. Espero les guste.

°

Venelana temía telefonearle. Pasaron dos semanas. Tres. Una tarde a principios de octubre, Venelana se hallaba en el graderío del campo de
deporte del instituto, con un grupo de padres, presenciando un partido. Estaba nublado y soplaba un fuerte viento. El campo se encontraba mojado pues había llovido la noche anterior. A pesar de la distancia. Venelana podía ver las manchas del uniforme de Millicas y sabía que le daría mucho trabajo limpiarlas.

Millicas jugaba de defensa, un puesto que despertaba poca admiración en la mayoría de los partidos, en especial por parte de las madres de los chicos de segundo año que no tenían un hombre junto a ellas para explicarles lo que estaba sucediendo. Pero de pronto ella vio que su hijo echaba a correr a toda velocidad, esquivando a sus oponentes, para luego girar en sentido contrario y derribar al quarterback del equipo contrario.

Venelana se llevó dos dedos a la boca y emitió un fuerte silbido.

"¡Muy bien, Millicas!" Y volvió a silbar mientras agitaba un puño en el aire. "¡Les has dado una lección!" gritó a pleno pulmón.

El oficial Issei Hyodo aparcó el coche patrulla delante del campo de deporte, se subió el cuello del abrigo azul marino y se apeó.

En el campo, las camisetas blancas y azules se movían como puntos en una pantalla de vídeo. Issei pasó por encima de la cadena que bordeaba el campo y bajó por las gradas mientras trataba de ubicar el número de Millicas. Allí estaba, el número dieciocho.

Issei había llegado a la mitad del graderío cuando el muchacho hizo una jugada sensacional, y los padres del instituto Fred Moore comenzaron a vitorear. Miró hacia la derecha y vio a Venelana. Llevaba puesta una gruesa cazadora azul que le llegaba a las rodillas y se había subido el cuello. Sus mejillas estaban rojas. Y silbaba con dos dedos metidos en la boca.

Con una sonrisa burlona, Issei comenzó a avanzar hacia ella. Venelana agitó un puño y gritó, aplaudió un poco y después hundió las manos en los bolsillos y curvó la espalda para protegerse del viento. Las pisadas de Issei hicieron vibrar el asiento metálico.

Venelana volvió la cabeza y lo vio. Enderezó la espalda y le brillaron los ojos, pero su boca permaneció oculta por el cuello levantado de la cazadora.

"Hola" le dijo Issei mientras se detenía junto a ella.

Venelana no respondió de inmediato. Sus ojos se encontraron y el pulso de ambos se aceleró.

"Hola." El viento enmarañaba el cabello de ella.

"Llevábamos mucho tiempo sin vernos" dijo Issei.

"Así es." Por fin ella apartó la vista en dirección al terreno de Juego.

"¿Cómo va el partido?"

"Fred Moore va perdiendo, pero Millicas acaba de hacer una jugada sensacional."

"Lo he visto. También te he visto silbar. No conozco a muchas mujeres capaces de hacerlo tan bien como tú." Los dos sonrieron sin mirarse. En el campo, otro jugador comenzó a abrirse camino y Venelana gritó.

"¡Detenedlo! ¡Detenedlo!" Los equipos se arremolinaron y los ojos de Issei se posaron nuevamente en ella.

"¿Qué has estado haciendo?"

"Envejeciendo" respondió Venelana sin mirarlo.

"Sí, me he enterado." Observaron dos jugadas completas antes de que ella dijera.

"Recibí tus flores." Volvió la cabeza y lo miró con ojos risueños. "No sabía si agradecértelo o arrojártelas por la cabeza."

"Pues creo recordar que no hiciste ninguna de las dos cosas."