•||Peccato di amore carnale||•

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Piel de mi corazón descubierta por un engañó de hace décadas me hizo bajar la mirada y subir la guardia en el amor carnal.

Intenté cubrir mi corazón de hierro, mediante los hombres cobardes se acercaban a dañarlo.

El destino actúa de maneras misteriosas.

Trata de unir a las almas lastimadas, a las almas que aman con fervor.

Pero con una inofensiva pero al mismo tiempo venenosa excepción.

La generación que nos engendró están a cuchillo y muerte.

Entrelazados de odios y cosas que sucedieron hacé algunos años.

Sin pecar, sin saber, sin amar el destino nos junto.

A los de el medio.

Mediante situaciones extrañas y misteriosas, el destino sabe cómo mover las situaciones para encontrarnos.

Inocentemente me enamoré de ti.

Sin saber que me el efecto contrario que traería nuestro amor a nuestros hogares.

Grandes oleadas vendrán y tiempos obscuros ya aticiparán.

Tan difícil y duró será nuestro amor que seremos obligados a dejarnos, a olvidarnos y a odiarnos.

Siguiendo el paso de nuestros progenitores.

Pero no puedo seguir así.

No puedo dejar de amarte como la primera vez.

No puedo dejar de besar tus labios con belladona.

No puedo dejar de mirar los universos que tienes por ojos.

El ósculo más bello es el nuestro.

El abrazo más dulce es el nuestro.

El amor más inocente es el nuestro.

No pienso dejarte, ni abandonarte de ninguna manera posible.

Nuestro amor surgido de pecado.

A pesar de que no podemos estar juntos.

Huyamos que nadie jamás nos encuentre.

Que nadie sepa nuestro amor más allá de lo carnal.

Huyamos que nadie jamás nos miré.

Que nos envidian por tan belleza resplandeciente de amor.

Huyamos que nadie sepa de nosotros ni nuestro nombre.

Que nos separaran y seremos infelices no sólo en vida si no también en la misma muerte.

Que si no puedo amarte en vida lo haré en muerte.

—Calisto

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