Yᥲ ᥒo mᥲ́s ρrobᥣᥱmᥲs.

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Ya rindete Reich, no tienes más escapatoria, ya va siendo hora que nos dejes de causar problemas, ¿no es así?.- sonreía el soviético, mientras le apuntaba con la pistola.

No... Claro que no, bajá esa pistola.-

Se escuchó un disparo, pero derrepente despertó de su sueño agotado, sudado, y con lágrimas cayendo de sus ojos, ya no aguantaba más sus problemas con el soviético, Inglés y francés, se levantó dirigiéndose a la habitación de su hijo, Alemania, lo alzó en sus brazos al menor plantandole un beso en la frente, dejandolo en su cama, para después acercarse a un cajón que contenía una pistola, se apuntó en la cabeza, ya cansado de lo que causó, en sollozos dijo...

P-Perdón Alemania...

Se escuchó un disparo.

ℳᥱ ᥱstoყ voᥣvιᥱᥒdo ᥣoᥴo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora